El western no vive su mejor momento en el sector del cómic, aunque el éxito del "Django desencadenado", de Quentin Tarantino, ha generado un renacido interés por este género al que el Salón del Cómic de Barcelona, que este jueves ha abierto sus puertas, dedica una exposición "única" en contenido y continente.

Los organizadores de la cita, la más importante que se celebra en España y que confía superar los 108.000 visitantes de 2012, han recreado en el pabellón 8 de Fira de Barcelona un poblado del oeste con todo lo que uno esperaría encontrar: el imprescindible "saloon" -donde una banda de country-rock amenizaba la sesión matinal-, el banco, la cárcel, la barbería y una gran diligencia.

Pero lo que hace especial a esta muestra, con el título "Por un puñado de dólares", no es el cartón piedra, sino los más de 230 originales de algunos de los más populares autores españoles y extranjeros que sirve de exhaustivo repaso para conocer los estrechos vínculos entre las viñetas y el mítico mundo del western.

"Es una exposición única, espectacular, con el mayor número de originales sobre este género reunidos nunca, y para la que tan sólo habrá cuatro días para poder disfrutarla", ha señalado a Efe el comisario de la exposición, Antoi Guiral, que ha indicado que además de cómics se presentan originales de ilustraciones de portadas de novelas del oeste.

Entre los autores españoles representados en la misma están José Mallorquí, con su "Coyote"; Víctor Mora y Víctor de la Fuente, por su "Sunday", o Calpurnio Pisón, creador del sintético "Cultlás", mientras que entre los extranjeros representados está el Blueberry de Charlier y Giraud, o la veterana serie italiana Tex, en la que en sus 65 años de historia ha sido ilustrada por autores nacionales como Jordi Bernet.

"Hoy por hoy no es el género favorito pero sigue habiendo gente joven que está haciendo historias de western, como Joan Fuster, y sobre todo ahora en Estados Unidos impulsadas por la película de Tarantino que se ha adaptado al cómic, y que está funcionado muy bien, o el proyecto cinematográfico de "El llanero solitario", de Gore Verbinski, que se estrena en julio", comenta Guiral.

Vaqueros y zombies

A este renacimiento del género puro se le suman las mutaciones que suelen gustar al público más joven, en las que el western se mezcla con los zombies y la ciencia ficción y la fantasía. "Y eso lo permite porque el western es un género de esencias, es decir, que contiene drama, humor, lo cotidiano, la contienda, fantasía, puede asumirlo todo", comenta el comisario.

Entre los autores que deambulaban ya en las primeras horas del salón, aún sin demasiado público, se encontraba el veterano texano Gilbert Shelton, "padre" de "Los fabulosos Freaks Brothers" y "Superserdo", tocado con su característico sombrero, y el alemán Ralf Koening, uno de los autores más leídos en España, donde La Cúpula ha publicado sus desinhibidos cómic sobre el mundo gay.

Además de la muestra dedicada al western, esta 31 edición del Salón Internacional del Cómic de Barcelona, con 141 expositores repartidos en 10.000 metros cuadrados, ofrece otras interesantes exposiciones, como una dedicada a los 75 años de Superman, el centenario del nacimiento de Ambrós, creador de El Capitán Trueno, o las dedicada al humor de actualidad de los diarios "El humor no se toca" y al género de los cuadernos de viaje.

En la sesión inaugural se ha presentado además el cartel oficial del Festival Internacional de Cine de Sitges -con la presencia del director del salón, Angel Sala- una imagen inspirada en la película "El laberinto del fauno".

Precisamente, el conseller de Cultura de la Generalitat, Ferran Mascarell, ha remarcado en el acto de inauguración la sinergías que deben existir entre el mundo del cómic y el sector audiovisual, y que se comprueban también con los expositores de varias grandes firmas de videojuego y ocio presentes estos días en el salón.