Calculan los libreros que un día de lluvia puede suponer hasta perder un 15 % de afluencia si es festivo. Así empezó este jueves la 48 edición de la Fira del Llibre de Valencia, entre paraguas, frío y un viento que tumbaba veletas. "Ojalá que sea solo hoy" (el día de inauguración está asumido como mediocre para las cajas registradoras), manifestaba a modo de conjuro un participante, aunque las predicciones dicen que no clareará hasta el lunes.

La otra tempestad para el mundo del libro no está en las nubes, sino en unos balances de cuentas que lanzan señales de alarma ante una agudización de la caída de ventas (un 25 % en el primer trimestre, según datos estatales de la confederación de libreros).

Las conversaciones en las casetas acababan ayer en la meteorología, el panorama general de crisis y el fenómeno de la piratería digital, la auténtica amenaza actual, por encima del libro electrónico, cuya incidencia es "menor" aún en el sector, coincidían los expositores consultados.

En este "año díficil", la Fira -en la que emergen ya ofertas rompedoras ("libros infantiles desde 2 euros")- es "una ayuda, porque es uno de esos momentos, como las navidades, en los que la gente se anima a comprar. La dinámica es de decrecimiento, así que, al menos, que sea como la pasada feria", comenta Quique, de Carena Editors y Llibreria La Costera.

En total, la Fira reúne 75 casetas, unas pocas menos que en 2012, aunque la cifra de librerías participantes se mantiene estable. Bibliocafé, de Valencia, es de los que amplía terreno: "Nos fue bien en 2012 y hemos podido poner caseta doble; apostamos por la feria", afirma José Luis Rodríguez.

El espacio institucional de la Generalitat es más modesto, reducido este año a una simple caseta . La Associació d'Editors, por su parte, repite con su carpa habitual para las novedades de la industria valenciana. Estas, sin embargo, no aparecen resaltadas en los expositores comerciales, como era habitual los últimos años a través de la campaña Tria el teu i llig.

En definitiva, con menos presupuesto (100.000 euros frente a 150.000 del año pasado) y menos ayudas institucionales (un 30 %), la Fira del Llibre "vuelve a levantar la cabeza" y con "la voluntad de seguir adelante", afirmó el presidente del Gremi de Llibrers (la entidad organizadora), David Cases, que se estrenaba como anfitrión. Se sumó a la petición de los editores para que la Generalitat elabore un plan de lectura con el que mejorar los bajos índices de población aficionada a los libros.

Cases se quedó sin el honor de acompañar en el tradicional paseíllo inaugural a las primeras autoridades, que se ausentaron. La alcaldesa, Rita Barberá, es la primera ocasión en su mandato (desde 1991) que falta, recordaron veteranos de la organización. Los presidentes de la diputación y la Generalitat tampoco estuvieron. En este último caso, la consellera María José Catalá delegó en el secretario autonómico, Rafael Ripoll. La representante provincial fue María Jesús Puchalt. El primero se llevó bajo el brazo un volumen de relatos autoeditados -un fenómeno en auge que sigue con interés, dijo-, mientras que la diputada exhibió el último número de Historia Social, la publicación periódica de UNED-Valencia.

Levante-EMV vuelve a la fiesta de los libros

"Levante-EMV" está presente un año más en la Fira del Llibre de Valencia. Los visitantes podrán encontrar las ediciones realizadas por el diario, como la "Gran Enciclopedia de la Comunitat Valenciana" o la "Historia del Valencia CF", entre otras. También promociones y ofertas especiales. El espacio del diario está en la caseta número 38, en la explanada de los Jardines de Viveros, junto a los expositores de distintas instituciones.