Daniel Snowman, autor de «La ópera. Una historia social» recoge una curiosa anécdota ocurrida siglos atrás sobre la indumentaria para asistir a una representación del género y con la que deja libre interpretación al lector. Snowman relata que en una carta publicada en el diario «The Times» de Londres, el 8 de abril de 1853 un caballero que firmaba con las iniciales C. T. lamentaba que le había sido impedida la entrada al Royal Italian Opera, Covent Garden, «debido a que, en opinión del portero, el corte de mi frac no se ajustaba a lo que debería ser». «Llevaba puesto mi terno de etiqueta, camisa en perfecto estado y todo lo necesario para ser admitido en cualquier exclusivo centro de reunión para damas y caballeros... y, de acuerdo con la versión de varios respetables testigos que se encontraban en la puerta, no podía ponerse reparo a mi aspecto». Finalmente aquel caballero volvió a su casa «profundamente contrariado» sin haber disfrutado de «Massianello», la ópera que se disponía a ver. b. j. valencia