Las estadísticas no engañan. La Biblioteca Pública de Valencia -la principal de la red autonómica- registró en 2012 una importante caída en su número de visitantes. De alcanzar los 565.916 en 2011 tras una fuerte subida, pasó el año pasado a 437.722. La bajada es de 128.194 usuarios. Esto es, un 22,6 % menos en solo un año. La cifra es incluso inferior a la de 2010 (456.686).

¿Qué ocurrió en 2012 que pueda explicar un fenómeno así? Fundamentalmente, la decisión de la Generalitat de recortar el horario de apertura diario por la reducción de la jornada laboral de los once interinos de la biblioteca, ubicada en los jardines del antiguo Hospital General de Valencia. De abrir ininterrumpidamente desde las 9.00 a las 20.30 horas pasó el 1 de marzo de 2012 a cerrar de 14 a 17 horas.

Las consecuencias se observan ahora en la cifra de visitantes, de acuerdo con los datos oficiales ofrecidos por la Conselleria de Educación y Cultura.

La directora general de Cultura, Marta Alonso, manifestó ante las protestas de algunas entidades y ciudadanos -incluso se creó una campaña ciudadana en la plataforma change.org- su predisposición a buscar soluciones. El horario, no obstante, permanece igual.

Donde se nota menos el cierre parcial es en el balance de préstamo de libros. Desciende, pero no en la magnitud de las visitas. El número de préstamos cayó en 10.265, un 3 %, frente a casi al 23 % de los usuarios. Es evidente que los lectores que acuden a por libros para llevárselos a casa han adaptado esta práctica al nuevo horario, mientras que quienes acudían de 14.00 a 17.00 a consultar obras o a estudiar han tenido que buscarse otras alternativas y dejar de ir al recinto.

Es significativo además que la pérdida de casi 130.000 usuarios en la biblioteca de refencia en la C. Valenciana para los usuarios no ha hecho que baje la cifra global de visitas a la red de bibliotecas públicas de la autonomía. Incluso aumentó ligeramente: de 9.535.488 en 2011 a 9.543.482 en 2012. El dato evidencia que el aumento de visitas a otros centros de lectura ha compensado el recorte de horarios en algunos de los más importantes, como el de la ciudad de Valencia o el de Orihuela.

Por su parte, el préstamo de libros pasa por una etapa de estabilidad, después del fuerte crecimiento entre 2008 y 2010. De 3,5 millones de volúmenes prestados se pasó en dos años a 4,6 millones, más de un 30 % más. El periodo coincidía con el del inicio de la crisis.

Desde entonces, la evolución de los préstamos de volúmenes se mantiene con pocas variaciones: 4.660.290 en 2011 y 4.700.121 en 2012.