Hace justo cien años el físico atómico Niels Bohr escribió una serie de artículos que se consideraron transgresores y que de hecho supusieron el nacimiento de la física cuántica. ¿Hoy esta disciplina sigue siendo transgresora?

Sí, pero no tanto como entonces. Entonces había experimentos que no se podían explicar y alguien utilizaba teorías extrañas para explicarlos. Aún no había física cuántica, no había un formalismo matemático. Sólo había ideas. Iban apareciendo una tras otra e incluso los físicos se sorprendían mucho. Hoy en día la física cuántica ya está muy asentada, continúan saliendo muchas ideas, lo que pasa es que ya estamos acostumbrados a que pasen cosas extrañas y ya no nos sorprende tanto.

Cuando habla de cosas extrañas, ¿a qué se refiere?

Quiero decir que en el mundo en el que se aplica la física cuántica, que es el mundo microscópico, pasan cosas que no pasan en el mundo al que estamos acostumbrados. Por ejemplo que las partículas, los átomos o las moléculas que viven en este mundo microscópico desaparecen de un lugar, aparecen en otro, a veces parece que pasen por dos lugares a la vez... Cosas a las que no estamos acostumbrados, pues en este mundo pasan.

¿El reto es entender esto?

El reto primero es entenderlo. En segundo lugar, dominarlo, y en tercer lugar, usarlo.

¿Y en qué fase estamos?

Los tenemos dominados. Si tenemos unos cuantos átomos, moléculas o fotones ya los sabemos dominar bien y los sabemos utilizar. Pero lo que queremos hacer ahora es dominar muchos átomos y muchas moléculas, y utilizarlos.

¿La física cuántica es cuestión de fe, pues?

Quizás para la gente que no la conoce bien. Para la gente que estamos trabajando en ello y hacemos experimentos cada día y lo vemos, no es cuestión de fe, es cuestión de creer en los experimentos.

Será por este desconocimiento que menciona, pero a menudo cuando oímos hablar de física cuántica aparecen recelos...

Asusta a la gente por varios motivos. Por su dificultad propia, porque tiene relación con aspectos filosóficos que son muy raros, y también la física cuántica se asocia a las bombas atómicas, a las bombas nucleares, que han sido muy perversas para la sociedad, o cosas que sólo pueden entender 5 o 6 personas en el mundo.

Y no es así...

No es así. La física cuántica es mucho más. Ofrece muchas posibilidades. De hecho, si no tuviéramos física cuántica la mayoría de los objetos electrónicos que tenemos hoy en día no funcionarían. El hecho de que un televisor funcione, los ordenadores, un transistor, los procesadores .. Que todo esto funcione significa que detrás está la física cuántica.

¿Usted se hace más preguntas que respuestas? ¿Esta es la función de un científico?

Sí, muchas más. No sólo me las hago yo, sino la comunidad científica. Hay ciertas preguntas importantes que están en el aire, y para resolverlas debemos ir preguntando muchas cosas. La investigación en nuestro campo no puede ser premeditada. No puedo decir: yo lo que quiero es construir esto dentro de 12 años, porque entonces no tienes la posibilidad de que se te ocurran cosas nuevas u otras direcciones nuevas que son, al fin y al cabo, las más importantes si uno mira la historia.

Con la crisis en España se ha recortado en investigación e innovación. ¿Habrá países de primera y de segunda científicamente hablando?

Ya los hay. Hay de primera, segunda, tercera y cuarta categoría. Lo que ha pasado es que países como España durante los últimos 20 años se han acercado mucho a aquellas primeras posiciones.

¿No estábamos en primera línea?

Yo creo que en algunos temas concretos sí estábamos. No se puede generalizar. En algunos campos hay científicos extraordinarios a nivel internacional, pero, proporcionalmente, había menos que en otros países. Lo que pasa es que la crisis significa volver atrás.