Joan Roís de Corella (Gandia, 1435 - Valencia, 1497) tuvo presente a su familia por delante de su dedicación a la escritura. La afirmación del historiador Abel Soler justifica la importancia de conocer la vida del autor más olvidado del Segle d'Or. Soler prepara desde hace un año una biografía de Corella por encargo de la Acadèmia Valenciana de la Llengua (AVL) y ayer presentó algunos avances en el congreso sobre el caballero y teólogo que se celebra en Valencia.

A esta llegó pronto Corella desde Gandia, cuando tenía apenas cuatro años de edad. Sus padres se instalaron en lo que entonces era la plaza de Sant Jordi (hoy Rodrigo Botet), solo a unos pasos de la casa de otro gandiense, Jaume Martorell, que recibía con frecuencia la visita de su hermano Joanot, el autor del Tirant lo Blanc. Y cerca de allí vivía otro caballero originario de La Safor, pariente de los Corella y a los que ya había ayudado económicamente: Ausiàs March.

Cuando este muere (1459), Roís de Corella tenía 24 años, de forma que la comentada "estrecha relación" de los March con Corella fue sobre todo con los padres del escritor. No obstante, la proximidad de vivienda entre estos tres nombres de las letras valencianas es tan clara que "ayuda a entender los paralelismos" en sus obras (de March en Corella y de este en Martorell), apuntó ayer Soler.

Otra de las aportaciones de la investigación del historiador ha sido determinar que el autor de Lo cartoixà era el primogénito de su familia, no el segundo como otros estudiosos han defendido. Por esa condición fue armado caballero a los 20 años (quizá 21). Y por eso protegió toda su vida a sus hermanos menores, Lluís y Dalfina.

Soler documenta cómo la boda de esta con un viudo con hijos, Lluís Figuerola, bien situado como "patricio" de la ciudad, mejoró la situación económica de los Corella y los sacó de estrecheces.

Roís de Corella tuvo una gran relación amorosa en su vida y esta fue, por su duración y descendencia, más importante de que lo que se conocía hasta ahora. Así lo defendió ayer Abel Soler.

La vida del autor con Isabel Martínez de Vera empezó entre 1462 y 1464 y se extendió hasta el final de esa década, cuando pasó a ser "mestre predicador". La ordenación le obligaba a separarse de ella y, por eso, le compra entonces una casa. Para ella y para los tres hijos que habían tenido: Magdalena, Joan y Estefania, todos reconocidos por él. La primera -"resultado de la fiebre juvenil de una caballero estudiante"- era desconocida hasta ahora.

¿Por qué no se casó con Isabel? No porque fuera clérigo, como se ha dicho hasta ahora, sino "porque pensaba hacerse clérigo", responde el historiador. Fue una unión de hecho, en la terminología actual; una pareja "de pública fama", según el lenguaje antiguo.

Soler ha constatado además que Magdalena se casó con un seguidor de la "valenciana prosa" de Corella, Miquel Pérez. Asimismo, ha descubierto que el hijo del autor llegó a imprimir en 1506 Lo Passis, ab la glosa en romans -obra cuya existencia no estaba clara-, cuatro años de tener el permiso para editarla. No lo hizo antes por los nuevos problemas económicos tras la muerte del escritor.