«Grease. El musical»

Teatro Olympia (valencia)

Original de Jim Jacobs y Warren Casey. Int: Marta Arteta, Albert Martínez, Eva Majón, Albert Martínez, Esther Peñas, Ernest Fuster, € Dir. art. y coreografía: Coco Comín. Dir. musical: Manu Guix.

Esta producción está basada en el espectáculo teatral creado por Jim Jacobs y Warren Casey (1972). Y también la película protagonizada por John Travolta y Olivia Newton John (1979). Un filme que vi, en su momento, con prejuicios, porque la presencia de Travolta me confundió con otro anterior, la hortera Fiebre del sábado noche. Con el tiempo descubrí que era una propuesta diferente, no en el sentido de la boba historia de amor, sino por la calidad musical y la energía de los números musicales. Y a pesar de todo, de la trama también me percaté que su intención no era mala, la de ser un (superficial) homenaje a un tiempo de cambios, cuando la sociedad americana se recuperaba de la II Guerra Mundial, y la juventud encontraba nuevos modos de divertirse, a ritmo de Rock&Roll y comida fast-food.

Pero, lo vuelve a demostrar esta versión escénica, lo fundamental es disfrutar de las pegadizas canciones „hace unos días volví a escuchar Summer nights, y Hopelessly Devoted to you por los actuales Travolta y Newton John y me entró un ataque de nostalgia„ y de las coreografías. En este aspecto no tengo nada que objetar a la dirección de Coco Comín, o, en todo caso, hay mucho que decir sobre el impecable ritmo que impone la directora y la resolución de las escenas musicales. No obstante, en el aspecto actoral predominó el trazo grueso y la búsqueda de humor fácil (el humor nunca es fácil), lo que hacía que los personajes perdieran la carne y el hueso, salvo cuando cantaban. Había excepciones, como Marta Arteta, que sí dio un perfil de Sandy sensible y creíble, aunque no tanto el Zuco de Javier Arroyo: más pose que verismo. Pero, quien destacó fue Eva Manjón (Rizzo): creó un auténtico personaje, aparte de su gran voz. El público, que no es tonto, le premió con unos aplausos de mayor volumen que al resto. Algo que debería hacer pensar a quienes en este país no quieren pasar de la caricatura interpretativa, y se quedan en eso, en una mera caricatura de la calidad anglosajona. De todos modos, lo dicho, los números musicales se pueden ver y disfrutar de nuevo.