La novela policiaca y la literatura erótica han dominado en las librerías valencianas. La obra del autor suizo Joël Dicker La verdad sobre el caso Harry Quebert (Alfaguara) y la trilogía erótica de Megan Maxwell, Pídeme lo que quieras (Planeta), han sido las más presentes en las playas de levante este verano.

La novela de Dicker es una de las más vendidas en toda España y, además del favor del público, ha sido bien recibida por la crítica. Traducida a más de treinta idiomas, muchos la consideran el último fenómeno literario global.

Este relato de suspense comparte el liderazgo de ventas junto a un puñado de novelas eróticas como Pídeme lo que quieras, de Megan Maxwell, o Atada a tí (Espasa), de Sylvia Day, surgidas al calor del éxito de los libros de E. L. James. Y sin que falte la intriga histórica de Dan Brown con su Inferno.

Según las librerías París Valencia, Soriano, Casa del Libro (las tres en la capital), El Puerto (Puerto de Sagunto) y La Costera (Xàtiva), la novela de contenido sexual aprovecha la racha ganada por 50 sombras de Grey y busca su lugar en el mercado una vez pasado el boom de la trilogía protagonizada por Christian Grey y Anastasia Steele.

Títulos españoles como Reir al viento (Suma), de Sandra Barneda, o La felicidad es un té contigo (Espasa), de Mamen Sánchez, también resuenan entre las colas de las librerías valencianas. En esta última, el coraje de cinco mujeres unidas por un propósito es el eje de una trama donde el amor y el suspense se entrelazan.

Pero no sólo la novela es la gran triunfadora del verano. La enzima prodigiosa (Aguilar), de Hiromi Shinya, es uno de los libros que ha encontrado el éxito ofreciendo «la dieta del futuro», capaz de evitar importantes enfermedades. Shinya sigue la estela del doctor Dukan para ofrecer físico y salud, esta vez teniendo su base en las enzimas.

El libro de autoayuda todavía guarda las distancias con respecto a la novela en cuanto a ventas, aunque ha progresado en los últimos años. El arte de no amargarse la vida, de Rafael Santandreu, o La inutilidad del sufrimiento, de M. J. Álava, son dos de los títulos más vendidos para aquellos que buscan la reflexión personal a través de la literatura en los meses de estío.

El expresidente cántabro Miguel Ángel Revilla y el economista José Carlos Díez Gangas son algunos de los autores de no ficción que más han vendido en verano con Nadie es más que nadie (Espasa) y Hay vida después de la crisis (Plaza y Janes), respectivamente.

En cuanto a los relatos juveniles, triunfan aquellas trilogías y series que saltan a la gran pantalla, como Los juegos del hambre (Molino), de Suzanne Collins, Canciones para Paula (Everest), de Blue Jeans, o Los cazadores de sombras (Planeta), de Cassandra Clare, que acaba de estrenar filme.

En la narrativa en lengua propia, destacan los títulos Senyoria (62), de Jaume Cabré, o El meu nom no és Irina (Andana) de Xavier Aliaga, comentan los respresentantes de las librerías consultadas.

Y también la traducción al idioma autóctono de los títulos que dominan en medio mundo, como la ya mencionada novela de Dicker. También el último trabajo de Albert Espinosa (Bruixoles que busquen somriures perduts) y la versión del Victus de Albert Sánchez Piñol (la novela, en castellano, que Mariano Rajoy escogió para sus vacaciones de verano).

Sánchez Piñol recrea en este volumen históricoa el asedio de Barcelona de 1714. El escritor pone en entredicho las versiones oficiales y da una visión de la contienda que situó a la dinastía Borbón en el trono de España.

Pocas sorpresas, en general, en las grandes ventas. Si prefeieren tener en cuenta las novedades que más han sorprendido a los libreros son: La isla de las mariposas (Maeva), de la alemana Corina Bomann, y Un viaje de diez metros (Seix Barral), de Richard C. Morais.

La «no novela» de Rowling gana en inglés

Jk Rowling encabeza la lista de los libros más vendidos en Estados Unidos y Reino Unido con «The Cukoo's Calling», un libro policíaco sobre las andanzas de un excombatiente de guerra reconvertido en detective privado, que la autora firmó con el seudónimo de Robert Galbraith. Como es sabido, el libro pasó sin pena ni gloria por los anaqueles de los comercios, hasta que se supo —se desconoce cómo— que bajo el apelido de Galbraith se escondía la millonaria creadora de «Harry Potter». En el resto de países, pocos cambios con respecto a los últimos meses, con Dan Brown y su «Inferno», E.L. James y su trilogía «50 sombras», Khaled Hosseini y su «Y las montañas hablaron» y Joel Dicker y «La verdad sobre el caso Harry Quebert». efe madrid