Gustavo Gimeno (Valencia, 1976) se fue con 18 años de España. En principio, era para estudiar, pero ha acabado por establecerse en Ámsterdam. Desde 2001 es percusionista principal de la Royal Concertgebouw de la ciudad holandesa, una de las formaciones europeas con más historia (125 años) y prestigio. La dirige Mariss Jansons, del que el valenciano será asistente esta temporada entrante, al igual que lo será de otro grande de la batura, Claudio Abbado. Gimeno estará hoy al frente, por primera vez de la Orquesta de Valencia (OV), con la que tocó con 15 años. A su lado estarán dos jóvenes concertistas valencianos: Raúl Arias (violín) y Javier Molina (trompa).

Jansons y Abbado, palabras mayores en la música y por partida doble. «Jansons sabía que yo estaba interesado en la dirección de orquesta y me dio la oportunidad de poder trabajar con él como asistente. Mientras que con Abbado, él estaba buscando un asistente para un periodo determinado y, a través de diferentes vías, le llegó mi nombre. Supongo que sumado al hecho de haber trabajado con un director de la categoría de Jansons, por el que Abbado siente una gran admiración, fueron los factores determinantes para contratarme», explica a Levante-EMV.

Son personas completamente distintas, dice sobre los dos maestros, pero «creo que tienen dos cosas fundamentales en común: la honestidad y la pasión y dedicación a la música».

El director y percusionista, de familia de músicos, califica de «gratificante» el regreso a la ciudad para coger la batuta esta tarde de la OV, pero volver de manera estable no entra en sus planes. «Mi vida ahora mismo está en otros lugares. Viajo mucho y trabajo con diferentes orquestas y en varios países», señala.

La OV interpretará obras de Beethoven, Glazunov, Richard Strauss y Stravinski en un concierto que Gimeno aplaude que sea gratuito, «un esfuerzo para acercar la música a la gente con menos capacidad económica».

El director no está de acuerdo con que, a causa de la crisis, se programen «sólo títulos populares» y así garantizar buenas tasas de asistencia. «Creo que lo más acertado es combinar la música popular con contemporánea», dice. «Los músicos somos responsables de que la gente conozca que hay música actual de gran calidad pese a que no es tan popular», agrega.

Con todo, ve «muy complicado» que la música clásica pueda ser de masas, «no por la música en sí misma. sino por la sociedad en la que vivimos y la evolución de la historia».

Gimeno no se siente concernido por el concepto tan actual en España de «fuga de talentos». «No define mi situación, puesto que mi objetivo principal es hacer música de la mejor manera posible». No obstante, asegura que, «desgraciadamente, para los músicos españoles, en algunos casos, el apoyo y las oportunidades llegan más de fuera».