Un año después de anunciar su despedida, Al Tall abandonará los escenarios definitivamente con un último concierto en el Palacio de Congresos de Valencia que repasará toda su historia musical, desde los inicios hasta sus últimos tiempos, y lo hará acompañado de músicos valencianos como Pau Alabajos, Miquel Gil o Rafa Xambó, entre otros. "Sencillamente nos jubilamos", con añoranza pero también con una sonrisa, ha confesado Vicent Torrent, uno de los fundadores del grupo, hace ahora 38 años.

Tras 12 intensos meses de actuaciones de despedida y de recibir homenajes desde diversas instituciones como la Generalitat catalana, el Consell Valencià de Cultura o incluso poner su nombre a una calle en Simat de la Valldigna, el emblemático grupo de música tradicional valenciana dará el concierto final en la capital del Turia el próximo 18 de octubre a las 22.00 horas. Las entradas ya están a la venta por internet.

Así lo han anunciado los componentes del grupo en la actualidad Vicent Torrent, Manolo Miralles, Jordi Roig y Maribel Crespo en una rueda de prensa en el Octubre Centre de Cultura Contemporània (OCCC), conducida por el autor de la biografía de Al Tall, Víctor Manzanet. El escritor ha presentado a la formación que se convirtiera en "paladín de la libertad" de una época y que ya "forma parte de nuestro patrimonio sonoro", gracias a su labor por "recuperar nuestra conciencia musical y nacional como pueblo".

"Nos vamos tristes porque es el final de una historia larga y querida pero al mismo tiempo contentos de un patrimonio construido con nuestra visión del país, con nuestras reivindicaciones, aprendiendo de la cultura del pueblo", ha manifestado otro de los veteranos de la formación, Manolo Miralles.

Para el músico, los primeros años y esta última época han sido "extraordinarios", como "un bocadillo con un mal bocado en el medio", ha admitido.

La marca Al Tall desaparecerá como tal pero no los objetivos por los que siempre ha luchado. Torrent ha recordado que el grupo siempre ha estado "preocupado por recuperar la conciencia, regenerar el lenguaje musical y cantar las cosas que nos habrían alimentado culturalmente y socialmente y que hace falta regenerar en conciencia en nuestro país", cosas en las que cada uno de ellos seguirá colaborando.

Si de algo se sienten "orgullosos" después de tantos años, ha apuntado Miralles, es de "un trabajo laborioso, fiel a nuestra manera de sentir la cultura, la vida y nuestro país", ha sentenciado.

Muchos son los músicos que han pasado por el grupo a lo largo de los años, algunos procedentes del jazz, otros de la música culta, con tendencias rockeras o simplemente "inclasificables", ha recordado el también componente Jordi Reig, pero todos ellos "compenetrados" y con un profundo conocimiento de la música tradicional valencia. "Para regenerarla hay que conocerla", ha advertido.

La cuarta integrante de Al Tall, Maribel Crespo, ha destacado que ha "crecido como persona y como música en este grupo" y gracias a él es "parte de la música de este país".

Con Culturarts "no se sabe"

A preguntas sobre el futuro de la cultura valenciana, Torrent ha manifestado que "está reestructurándose todo el sector" y el Instituto Valenciano de la Música, que edita los materiales de la fonocoteca, ha dejado de existir como tal, siendo reabsorbido junto a otros bajo el paraguas de CulturArts. "No se sabe aún como queda redistribuido todo, no se sabe dónde irán a parar los centros de documentación".

"Lo que sí sabemos --ha completado Miralles-- es la incomodidad de los trabajadores de la cultura que tienen en estos momentos sobre esa entidad que han creado y que no sabemos bien qué será".

Por último, preguntados sobre el hecho de que fueran dos músicos --Lluís Llach y Carles Santos, los encargados de unir la Via Catalana y la cadena humana valenciana durante la Diada de Cataluña, Manolo Miralles ha apuntado: "Los músicos no somos ajenos a la sociedad, participamos de sus miedos, de sus preocupaciones, de sus reivindicaciones y estamos comprometidos con la historia y evolución de este país".

Eso es "indiscutible", ha sentenciado. Así, valora este hecho de una manera tan "normal" como "necesaria".