Dani Martín escribe con su segundo disco en solitario un punto y aparte que deja en otro párrafo los años de "dolor" de su vida personal y enfila una nueva línea más madura, consciente y apartada de canciones de El Canto del Loco (ECDL) como "Zapatillas" o "La madre de José".

Eso no significa un rechazo al pasado, sino una forma nueva de reconocerse. "ECDL es como esa novia que tuviste con 25 años y que, si alguna vez dejo a la que tengo ahora, igual me pego un revolcón con ella", cuenta a Efe, dibujando una sonrisa traviesa bajo su nuevo tupé, que estrena a la par que "Dani Martín" (Sony Music), que se publica hoy.

Quien quiera saber en qué consiste el momento vital por el que pasa el madrileño, solo tienen que acercarse a las 14 canciones que componen un álbum que, después de dos largos y reposados años de elaboración, con cinco meses de por medio para elaborar maquetas, considera "el primero de su vida" al cien por cien.

Sobre una base pop, flirtea con estilos como el reggae, el rap o la ranchera, en temas grabados entre Madrid, Los Ángeles y Miami en busca de los mejores productores y músicos, entre los que se cuentan colaboradores habituales de Paul McCartney y Sting, sin olvidar qué lugar ocupa él en la música.

"Todos estamos llenos de poses. Me hubiese gustado ser ese cantante de rock con una credibilidad acojonante para la crítica, pero soy un cantante de pop y estoy muy orgulloso de serlo. Me he dado cuenta ahora de eso y me río de mí mismo", afirma, en alusión al tema "Estrella de rock".

Pese a su aparente humildad, con "Dani Martín" se ha colgado dos medallas. La primera, las seis semanas en las que el single "Cero" se ha mantenido en el número 1 en ventas en España.

"'Cero' contiene un mensaje importante: que los puntos finales son muy interesantes, que en lugar de quedarnos en el lamento y el dolor, podemos buscar caminos alternativos", subraya el cantante, que dedicó su debut en solitario, "Pequeño" (2010), a su hermana, fallecida prematuramente.

¿Es "Cero" su mejor canción? "La mejor canción está por llegar", vaticina Martín, que afirma que "no hay más techo que el que se pone uno mismo".

La segunda medalla que puede lucir es la de haber seducido a su admirado Joaquín Sabina para grabar juntos por primera vez un tema, "Por las venas".

"La cantó como si fuesen los Rolling Stones, con la mejor voz del mundo ahora mismo. Afina como nadie y tiene un swing que ya le gustaría a muchos", adelanta el madrileño, que recuerda su primera actuación junto al que llama "el poeta" en el Auditorio de Nacional de México.

Por cosas así, afirma que este ha sido un disco "de aprendizaje". "Solo tengo que ponerme un disco de hace diez años y este álbum para sentirme feliz, porque sé que he ido creciendo. Lo más maravilloso de la vida es caminar", dice, aludiendo al título de otro de los cortes nuevos, "Caminar", single en América.

Hace diez años, triunfaba pegando brincos junto a El Canto del Loco con discos más gamberros y menos melódicos, como "Estados de ánimo" (2003) o "Zapatillas" (2005).

"Me sigue apeteciendo pegar saltos, pero desde el lugar en el que estoy ahora, no emulando a un chico de 25 años, sino de 36. Me apetece interpretar algunas canciones de ECDL que tienen que ver con mi momento, como 'Contigo' o 'Peter Pan', pero no me apetece cantar 'Zapatillas' o 'La madre de José'", confiesa.

En su futuro más inmediato, está una gira en la que apuesta por ofrecer su vena más divertida, "que es lo que nos hace falta ahora".

Fuera de los escenarios, se muestra más romántico y sueña con vivir la historia que relata el último corte, "La abuelita", y "tener una vida de verdad al lado de una persona", formar una pareja "en la que ambos luchan, son generosos y pacientes".

"Me encantaría que me sucediera eso, lo veo como llegar al final con los deberes hechos", confiesa.