El período de negociación del expediente de regulación de empleo (ERE) en el Palau de les Arts debe concluir en los próximos días, pero la plantilla considera que lo hablado no sirve de nada si lo dicho el pasado martes por el secretario autonómico de Cultura, Rafael Ripoll, va a misa y no hay integración del coliseo en Cul-turArts. Este hecho era la causa organizativa alegada por la empresa para el despido colectivo, de modo que, si no se da, el ERE no se entiende. «Cae por su propio peso», afirmaban ayer fuentes del comité de empresa. Y agregaban que, de continuar adelante, «el despropósito garantizaría la nulidad del proceso».

La entrada de la fundación de Les Arts en el nuevo conglomerado cultural justificaba la duplicidad de puestos administrativos, principalmente, y técnicos. Si finalmente el teatro de ópera mantiene su independencia, este argumento decae. Los planes de la conselleria eran el despido de cerca del 50 % de la plantilla, pero el comité de empresa espera ahora que los encargados de la negociación muevan ficha ante «el nuevo contexto», del que oficialmente no saben nada.