El callejón es una calle subordinada respecto de otra de mayor jerarquía. A veces va uno por la avenida principal de una ciudad, cuando le sale al paso un callejón más atractivo, en el que se introduce para completar el sentido del paseo. Lo curioso es que todo el mundo sepa lo que es un callejón, pero no todo el mundo sepa lo que es una oración subordinada. Ayer, precisamente, estuve repasando con asombro el comienzo de un cuento de Raymond Chandler que dice así: «Era uno de esos hermosos días de finales de abril, si a uno le importan esas cosas». Se trata de una oración compuesta en la que la principal es «Era uno de esos hermosos días de finales de abril» y, la subordinada, «si a uno le importan esas cosas».

La principal es principal porque podría sobrevivir sin la subordinada y la subordinada es subordinada porque carece de sentido por sí sola. Ahora bien, pese a su capacidad de supervivencia, la oración principal parece idiota. «Era uno de esos hermosos días de finales de abril» se le ocurre a cualquiera. Y ni siquiera se le tiene que ocurrir porque forma parte del repertorio de frases hechas que te regalan cuando compras una colonia, un desodorante, qué sé yo, una lejía. Le pides a un gramático que te regale una frase hecha, y la primera que encuentra es «Era uno de esos hermosos días de finales de abril». ¿Se puede entonces alcanzar la jefatura teniendo pocas luces? Evidentemente, sí. He aquí la prueba.

De hecho, la inteligencia de la frase reside en la oración subordinada: «si a uno le importan esas cosas». Observen la capacidad irónica de este callejón gramatical. Repetimos: «si a uno le importan esas cosas». De súbito, y gracias a su subordinada, la frase principal, que por sí misma no valía un céntimo, adquiere una fuerza asombrosa, se llena de luz, podríamos decir, como cuando desde un canal estrecho y oscuro de Venecia nos alcanza el resplandor del Gran Canal.

No es que el Gran Canal dé asco, pero carece de sentido sin el retículo de callejones existentes en la parte de atrás. Significa que las ciudades están hechas a imagen y semejanza de la gramática.