Definitivo. El Palau de les Arts continuará con personalidad jurídica propia, al margen del conglomerado CulturArts. A cambio, para garantizar su viabilidad, el coliseo cerrará tres meses al año: del 15 de junio al 15 de septiembre, aproximadamente. Así figura en el preacuerdo sobre el expediente de regulación de empleo (ERE) alcanzado ayer entre la dirección y los cuatro sindicatos del comité de empresa (CC OO, CGT, Intersindical y UGT). Será sometido a la votación de la asamblea de trabajadores el próximo lunes.

La exclusión de CulturArts ha sido factor indispensable para el pacto, el cual, si finalmente es refrendado por la asamblea, blinda jurídicamente el ERE, como buscaban los responsables de la Conselleria de Cultura.

La no integración implica que los puestos de trabajo que se solapan son menos. Por eso, de la propuesta inicial de 117 despidos se pasa a 40. Además, el preacuerdo contempla una bolsa compensatoria con el fin de que la mayoría sean bajas voluntarias, como ya se hizo en CulturArts.

La reducción de la masa salarial sí que es la que pretendía el Consell desde el principio: más de cuatro millones de euros. Como los despidos son muchos menos, la solución pasa por el cierre temporal de Les Arts durante tres meses al año. Ello implica un ahorro en las contratas y en gastos laborales. Así, los más de 200 empleados que quedarán tras los despidos tendrán dos opciones: la prioritaria es pasar de fijos a fijos discontinuos y cobrar 9 meses de trabajo, uno de vacaciones y dos del paro. Si rechazan esa propuesta, la empresa les reducirá el contrato en 300 horas al año, explicaron ayer fuentes del comité de empresa.

Estas medidas, de ser aprobadas por la mayoría de la plantilla, afectarán incluso a la intendente, Helga Schmidt, que el coliseo dejaba fuera inicialmente del contenido de la negociación.

La directora artística, que renovó en primavera su contrato por cuatro años más, quedará además ahora sola al frente del teatro de ópera, como en las primeras temporadas, hasta que el Consell colocó a una administradora, Concha Gómez Ocaña, para un mayor control económico de la fundación. Ahora, la veterana alto cargo se ha jubilado y la plaza se amortiza.

Queda por ver qué tipo de relación se establece entre Les Arts y CulturArts (convenio de colaboración, posiblemente). Asimismo, el decreto de creación del conglomerado deberá ser modificado, al quedar fuera el coliseo. Se hará mediante la ley de Acompañamiento de los Presupuestos. La gestión, pese a estrategias de presión, continuará pública.