La semana taurina ha terminado con protagonismo antitaurino. Comenzó con los ataques que éstos protagonizaron en la Feria del Señor de los Milagros de Lima, cuando se quemaron varias dependencias de la plaza. Horas antes había actuado el novillero valenciano Román, junto a Rafael Cerro y el mexicano Juan Pablo Llaguno ante reses de Apóstol Santiago. Cortó una oreja de uno de sus oponentes y dio la vuelta al ruedo tras pasaportar al otro. Las autoridades han condenado a seis años a uno de los instigadores de las protestas.

Hay que hacerse eco del delito de leso taurinismo, que se ha llevado a cabo en Villena. La plaza de toros de esta ciudad, inaugurada el 10 de abril de 2011 por Enrique Ponce, está siendo desmantelada para ser reconvertida en un pabellón deportivo. En septiembre, el Ayuntamiento decidió denegar el permiso para la tradicional corrida de fiestas.

Situaciones como ésta son las que tenía en su mano resolver la ley que definirá la tauromaquia como Patrimonio Histórico Cultural. El Grupo Popular ha rechazado las 57 enmiendas y las 5 propuestas de veto presentadas al texto de la ILP aprobado por el Congreso. Los expertos en la materia hablan de la tibieza de los políticos en la defensa de la fiesta.

Mientras, en la provincia de Valencia no concluye la temporada. La plaza de toros de Chelva abrirá sus puertas el 9 de noviembre para ser marco de una novillada sin picadores organizada por la escuela de tauromaquia de Valencia. Se lidiarán reses de Giménez Indarte por un sexteto integrado por Cristian Gómez, Juan Gutiérrez, Santiago Sevilla, Alejandro Contreras, Miguel Senent y Vicente Tudón. El festejo comenzará a las 12 con entrada gratuita