El Teatro Talía estrena mañana la obra del escritor valenciano Juan José Millás La lengua madre, un monólogo interpretado por Juan Diego, reconocido como uno de los mejores actores españoles, con tres Goya, un Max y varios otros premios en su haber. Dirigida por Emilio Hernández, La lengua madre nació como conferencia que Millás daba en diversos lugares. «Recorrí España, México, Argentina y Ecuador como conferenciante, y vi que el éxito de mi conferencia era más bien teatral. Así que me propuse intentarlo, pero sólo si tenía como intérprete a Juan Diego, a quien no conocía personalmente», confesó ayer el autor.

«Fue difícil ponerme en contacto con el actor, con el que había coincidido en algunos actos y manifestaciones, pero sin presentarnos. Por teléfono fue imposible y solo un amigo común le hizo llegar mi texto, al que respondió con entusiasmo», reconoció Millás.

El escritor y el actor comenzaron una tarea sin prisas, pero sin pausas. «El texto estaba contado por mí, pero había que transferirlo a la personalidad de Juan Diego. Poco a poco fuimos perfilando el personaje, aunque en ocasiones dudamos de llegar a estrenar la obra. Sin embargo, me gustaba ver que alguien me devolvía la pelota, porque el novelista trabaja siempre en soledad y nunca halla respuestas», aseguró Millás.

Juan Diego manifestó sentirse atraído por el personaje. «Es un hombre sin relieve, corriente, como tantos y tantos somos en este mundo, un profesor que intenta explicar el significado de algunas palabras con las que se fue encontrando desde niño. No me gustan los aplausos mientras actúo porque me desconcierto, por lo que las frases que pueden provocarlos las termino de forma roma y sin brillo. Y esta es una obra en que la gente no tose. Solo lo hace cuando se ríe€»

Juan José Millás salió al paso diciendo que no está escrita para provocar la risa. «No concibo el humor premeditado. Aquí surge como consecuencia colateral, y a pesar de que hay complicidad entre actor y público, no hay participación del espectador. Siempre creí que el circo murió cuando se hizo participar al público».

Juan Diego aseguró ser su mejor actuación teatral y la que más le entusiasma, mientras que el autor destacó del actor, su extraordinaria profesionalidad: «Juan llega al teatro hora y media antes del comienzo y se encierra en su camerino. Lo que hace allí lo ignoro. Pero no hay nada más desolador, depresivo y frío que un camerino de un teatro», confesó.

Ambos celebraron actuar en el Talía con algunas modificaciones sobre el texto inicial. «Como un mecánico, vamos apretando tornillos y ajustando la obra», dijo Millás, tras unas semanas de rodaje ya con este espectáculo que tan buenas críticas ha recibido.