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El mapa de los íberos valencianos

La diputación aprueba subvenciones por 85.275 euros para los yacimientos de Olocau y Moixent

Los pueblos íberos están hoy más cerca de nuestros días. A pesar de que vivieron hace 2.500 años, la Ruta dels Ibers València pone sobre el mapa nueve yacimientos visitables de época ibérica ubicados en espacios de gran valor natural y paisajístico de la provincia.

En concreto, este «mapa íbero» entronca tres rutas con sus yacimientos. Por una parte, la ruta Edetana, que incluye los poblados de Puntal dels Llops (Olocau), Tos Pelat (Moncada), Tossal de Sant Miquel (Llíria), Castellet de Bernabé (Llíria) y La Seña (Villar del Arzobispo). Por otro lado, la Ruta Contesana contempla los poblados de la Bastida de Les Alcusses (Moixent) y Castellar de Meca (Ayora). Finalmente, la Ruta de Kelin incluye los yacimientos de Los Villares (Caudete de las Fuentes) y El Molón (Camporrobles).

De los íberos, se sabe que son los pueblos prerromanos que habitaron la fachada oriental de la Península Ibérica entre los siglos VI y II antes de nuestra era. Los rasgos culturales de los íberos, sin embargo, variaban de un territorio a otro.

Los que habitaron en la zona valenciana fueron denominados por algunos viajeros y geógrafos greco-latinos como edetanos y contestanos. Sin embargo, todavía existen algunos misterios entorno a este pueblo: se desconoce el nombre que se daban a sí mismos porque sus escritos, en su propia lengua, no pueden ser descifrados.

Por su parte, la Diputación de Valencia aprobó esta semana subvenciones destinadas a los ayuntamientos de Moixent y Olocau con las que contribuir al mantenimiento y gestión de los poblados íberos de La Bastida de les Alcusses y El Puntal dels Llops. Los consistorios recibirán 55.245 euros y 30.030 euros respectivamente para garantizar la puesta en valor de los yacimientos y sus diferentes servicios didácticos.

Puntal dels Llops (Olocau)

Es una fortaleza para la defensa y vigilancia del territorio edetano donde residía un jefe guerrero, su familia y gente dependiente. Destacan su muralla y la torre de vigilancia. Todo el poblado puede ser visitado ya que está excavado completamente y desde allí se disfruta una vista del llano circundante.

Tos pelat (Moncada)

Es una antigua ciudad íbera que estuvo habitada entre los siglos VI y IV a.C. Hasta la fecha se pueden visitar dos casas y parte del sistema defensivo que circundaba el poblado. Los objetos hallados se exponen en el Museu Arqueològic Municipal de Moncada.

Tossal de Sant Miquel (Llíria)

Fue una gran ciudad, lugar de residencia de una elite aristocrática y guerrera que controlaba un amplio territorio. En la antigüedad se denominó Edeta. La ruta prevé la visita de dos grandes manzanas de casas de varios pisos, organizadas en sendos espacios aterrazados. Desde allí, hay una panorámica de toda la costa valenciana, desde Sagunt hasta Dénia.

Castellet de Bernabé (Llíria)

Es un caserío destinado a la explotación agraria y ganadera. Fue la residencia de una familia de la élite edetana que convivía con un grupo de familias dependientes. Todo el poblado puede ser visitado ya que está excavado completamente.

La Seña (Villar del Arzobispo)

Es una pequeña aldea amurallada. La comunidad campesina que lo habitó en sus días se encargaba de la explotación agrícola y ganadera de las tierras de su entorno. El visitante puede acceder a un sector de viviendas compartimentadas y el recinto amurallado.

Bastida de les Alcusses (Moixent)

Es quizás una de las más populares. Se trata de una ciudad ibérica del siglo IV a.C. La ruta prevé la visita del recinto defensivo, las puertas fortificadas y los barrios de casas. El recorrido se completa con la reproducción de una casa ibérica equipada con los enseres de la época. Desde el poblado se disfruta de un espacio natural en buena conservación y una panorámica del entorno circundante de les Alcusses y els Alforins.

Castellar de Meca (Ayora)

Es una ciudad ibérica amurallada, que cuenta con unas vías de acceso únicas. Se trata de una red de caminos de más de 2 kilómetros de longitud tallados en la roca y acondicionados para la circulación de carros. Desde el poblado se disfruta de una panorámica de la llanura y los pasos naturales que comunicaban la costa con la meseta.

Los Villares (Caudete de las Fuentes)

Esta ciudad ibérica controló un amplio territorio coincidente con los actuales límites de la comarca de Utiel. Conocemos su nombre ibérico, Kelin, por las monedas allí acuñadas. Se visita un barrio de viviendas y talleres del siglo VII a.C. y una manzana de casas del siglo III a.C.

El Molón (Camporrobles)

Se trata de un poblado prerromano (siglos VII-I a.C.) fortificado. Se visitan diversas construcciones, obras defensivas y tres cisternas rupestres. Tras su abandono se reocupó en época islámica (siglos VIII-X d.C.), periodo del que destacan los restos de una mezquita. Desde el poblado se disfruta de una panorámica de la baja serranía conquense y de la meseta de Requena-Utiel.

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