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Marcos Chicot

"Pitágoras fue un líder espiritual con miles de fieles y un estadista"

"Sin posibilidad de autoedición, quizás mi novela estaría acumulando polvo en un cajón", afirma el tenaz economista y escritor

Marcos Chicot amador toril

¿Pitágoras es algo más que un teorema?

Pitágoras es uno de los grandes hombres que ha dado la humanidad, y espero contribuir a resucitarlo. Fue un intelectual que produjo enormes avances en muchos campos, como Leonardo da Vinci o Newton; fue un estadista que controló una decena de gobiernos; fue un líder espiritual con miles de seguidores y muchos contemporáneos lo consideraban un semidiós.

Usted dice que la comunidad pitagórica fue «el primer imperio filosófico y moral». ¡Que lejano del mundo de hoy!, ¿no?

Tiene razón. Su planteamiento de gobierno que llevó a la práctica durante muchos años era avanzadísimo para su época?, y desgraciadamente también es avanzadísimo para la nuestra.

Ofrece un «thriller» histórico. Imposible no pensar en «El código da Vinci», otro libro rechazado. ¿Le gusta la comparación?

El código da Vinci fascina a millones de personas y me gustaría que El asesinato de Pitágoras se siguiera del mismo modo. Pero la novela de Dan Brown se desarrolla en el presente y, en la mía, la acción se desarrolla directamente en el mundo de Pitágoras, con él como uno de los protagonistas.

La amistad es el vínculo sagrado en la comunidad pitagórica, pero no se libra de la traición. Así es la condición humana: envidiosa y vanidosa?

El hombre es capaz de llevar a cabo los actos más sublimes y las mayores depravaciones. En la época que narro tenemos varios ejemplos de ambos extremos.

¿Cuánto hay de real en los poderes sobrenaturales que aportaban las enseñanzas pitagóricas?

De Pitágoras se dice que era capaz de ver el interior de las personas a través de su voz o sus gestos, que su intelecto le proporcionaba una intuición excepcional. La leyenda incluye milagros como la sanación con las manos y la predicción del futuro. O sea, parecido a lo que se atribuye a otros grandes maestros. No en vano, el pitagorismo compitió con el cristianismo como religión oculta durante los primeros siglos de Roma.

En la confrontación entre Síbaris, lujuriosa y excesiva, y la espiritual Crotona, ¿con qué se queda?

En Crotona, lo espiritual es la comunidad pitagórica, mientras que en el resto de la ciudad abundaba la corrupción. Yo alternaría entre un retiro en la hermandad pitagórica y unas vacaciones en la sensual Síbaris, que alcanzó un nivel de refinamiento que todavía hoy admiramos.

Todo son números, decía Pitágoras. Lo mismo que Blesa y otros banqueros de hoy. ¿Alguna relación?

Una relación antagónica. Pitágoras aspiraba con los números a avanzar en el conocimiento del mundo para elevarnos espiritualmente como individuos y sociedad. El lobby financiero? bueno, ya sabemos.

¿Y Pitágoras tiene algo de Zapatero, porque ambos persiguen una alianza de civilizaciones...?

Ojalá todos los políticos tuvieran mucho de Pitágoras. El maestro griego soñó con una comunidad de naciones y trabajó sin éxito por conseguirla. Lo que oímos decir a los políticos suelen ser mensajes diseñados por gabinetes de comunicación con el único objetivo de ganar votantes.

Autoeditó la novela. ¿Es la forma de hacerse hoy un sitio en la literatura?

No es la forma, pero sí una manera nueva de llegar a los lectores. Y si se dispara el boca a boca y la novela se sitúa entre las más vendidas, entonces más de una editorial la leerá con atención. En mi caso, tuve la fortuna de que se convirtiera en el ebook español más vendido del mundo en 2013 y recibí ofertas de una docena de editoriales de todo el mundo. Sin posibilidad de autoedición, quizás El asesinato de Pitágoras estaría acumulando polvo en un cajón.

Si no ha dicho que no al «cobijo» de una editorial, será por algo...

Que haya aparecido una vía nueva no significa que haya sustituido a la anterior. Además, la gran mayoría lee en papel y seguirá siendo así durante muchos años.

Tras profundizar en Pitágoras, ¿cree que la humanidad siempre progresa?

Progresó gracias a Pitágoras y retrocedió cuando él desapareció. Ha habido altibajos en toda la historia. Dependemos de los grandes hombres y no andamos sobrados, pero también de los pequeños aportes. Cada uno es libre de contribuir.

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