No todo podía ser tranquilo en el proceso de elección del nuevo director del IVAM. Los dos colectivos más críticos durante los últimos años con la política oficial en materia de arte contemporáneo y con la exdirectora del museo la asociación valenciana de críticos (AVCA) y la de artistas visuales (Avvac), que reúne a casi 200 miembros, según sus datos se despacharon ayer con un comunicado en el que expresan su preocupación y dudas ante este concurso público internacional.
Tres puntos fundamentales de su «malestar» ante el jurado designado son la ausencia de artistas (algún Premio Nacional de Artes Plásticas podría haber sido incluido, dicen), el perfil alejado de «la modernidad» de una parte «importante» de los elegidos y las dudas sobre la «independencia e imparcialidad» de algunos de ellos (citan expresamente a Tomàs Llorens y Felipe Garín por «sus vinculaciones institucionales y políticas»). Todo ello, sentencian, «deslegitimiza» el proceso.
El consejo rector del IVAM acordó el pasado lunes las nueve personas que decidirán el nombre del nuevo director. Son: Philippe de Montebello, exdirector del Met de Nueva York y patrono del Museo del Prado; Suzanne Cotter, directora de la colección Serralves de Oporto; Sir Norman Rosenthal, exjefe de exposiciones de la Royal Academy of Arts de Londres; Manuel Borja-Villel, director del Reina Sofía de Madrid; Maria Teresa Ocaña, exdirectora del Museo Picasso de Barcelona y del MNAC; Manuel Fontán, responsable de exposiciones de la Fundación Juan March; Enrique Varela, subdirector general de Museos del ministerio, y los citados Llorens (fundador del IVAM) y Garín (exdirector del Prado y actual titular del Consorci de Museus).
«Una parte importante de los designados tiene su especialidad y carrera profesional fuera del ámbito de la modernidad en arte», subrayaron ayer las asociaciones de críticos y artistas. En ese grupo podría meterse a De Montebello, Rosenthal, Ocaña, Fontán o Varela. El modelo que «practican y promueven responde a una etapa anterior al paradigma contemporáneo y tecnológico», añaden.
Y más claro aún: «La composición del jurado desvela el interés tácito y parcial por arrinconar el arte contemporáneo».
Las dos entidades expresan así su malestar por «el modelo institucional que deja entrever este patrón obsoleto».
A críticos y artistas visuales les hubiera gustado la presencia de expertos «más cercanos a la creación y al debate contemporáneos», a la configuración de espacios para la construcción de discursos independientes y para la «democratización del saber».
También consideran que se ha perdido la oportunidad de incluir a algún artista en «las estructuras de legitimación del arte».
La presidenta actual de Avvac es Tania Blanco, mientras que su homólogo en la asociación de críticos es José Luis Pérez Pont. Este último es uno de los comisarios de Ver visiones, un proyecto de la asociación de galerías de arte contemporáneo en colaboración con el Consorci de Museus inaugurado ayer en el Centre del Carme, que dirige Garín. De él dicen en su comunicado con motivo del Día de los Museos que «forma parte del actual diseño de la deficitaria política cultural valenciana».
Artistas y críticos recuerdan que el IVAM «no es solo un museo», sino que debe difundir la creación valenciana, y concluyen que el jurado «hace prever la selección de un profesional nada acorde a las necesidades de reformulación integral» del centro.
