Alrededor de 280 artistas y profesionales del arte de Russafa (distribuidos en 53 estudios artísticos, 33 espacios y proyectos expositivos) invitan, del 30 de este mes al 1 de junio, a las jornadas de puertas abiertas de sus talleres artísticos en la cuarta edición de Russafart, certamen bienal que busca mostrar el trabajo y el proceso de creación de los artistas del barrio valenciano.
La galería Imprevisual acogió ayer la presentación de Russafart 2014 (su lema es Comunicando arte) con la presencia del presidente de la Academia de Bellas Artes de San Carlos, Romà de la Calle; el coordinador general del certamen, Arístides Rosell, y el catedrático de Bellas Artes, pintor y poeta José Saborit.
Rosell destacó que, «aún con la difícil situación económica», se amplía la participación de artistas y agradeció los «muchos» colectivos y colaboradores que participan de manera «altruista» en un proyecto evento que, matizó, es «independiente».
Una novedad de este año es la colaboración de diez artistas brasileños de la asociación Llave Maestra de Río de Janeiro como parte de un intercambio cultural.
De la Calle incidió asimismo en el hecho de que Russafart «no es un proyecto institucional» y dijo que prefiere «la palabra colaborar a la de controlar», lo que favorece el «voluntarismo» de artistas y comerciantes .
«¿Cómo evitar que la diversidad sea homogeneizada por el poder transformador del dinero y convertida en una franquicia más de lo mismo?» La pregunta de Saborit tiene un regusto crítico con la evolución reciente del barrio. «La respuesta está en manos de todos los que pertenecemos a este barrio», afirmó.
Saborit señaló ayer que «no es lo mismo lo que se nos impone desde los intereses de arriba y lo que surge desde abajo», para poner énfasis en la esencia de Russafart, que «nació desde abajo, desde ese pavimento que ahora ha sido sometido a una operación de cirugía estética y nos lo han remodelado, como consecuencia de afinidades y relaciones».
En el mismo tono crítico, dijo que Russafa «ha sido y es ejemplo de integración multicultural», y ha lamentó que «uno de los cambios que ha sufrido el barrio últimamente es un descenso de la población inmigrante», a la vez que «una centrificación, un mayor poder adquisitivo y una mayor presencia cultural y artística».
