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Descubrimiento

El abrigo hallado en Castielfabib incluye 5 figuras de hace 7.000 años

El hallazgo apunta a ser el primero de un complejo importante de pinturas rupestres en el Rincón de Ademuz

El abrigo hallado en Castielfabib incluye 5 figuras de hace 7.000 años

El hallazgo del abrigo con pinturas rupestres de la loma de Abril en Castielfabib (Rincón de Ademuz) apunta a que podría tratarse del primer descubrimiento de los diversos que pueden existir en la zona, en opinión de expertos, por lo que se ha iniciado un programa de búsqueda de nuevos lugares de similar importancia arqueológica.

El descubrimiento, del que Levante-EMV dio cuenta en su edición de ayer, es el primero de este tipo que se hace en la comarca del Rincón y el más noroccidental de la provincia de Valencia, según fuentes de la investigación, que están documentando y estudiando el abrigo, limpiándolo y consolidándolo, poniéndolo en valor y haciéndolo accesible mediante una ruta senderista.

El hallazgo de estas pinturas rupestres fue obra del vecino de Castielfabib Ricardo Canet, amante de la arqueología y de la prehistoria, experimentado en encontrar cuevas con pinturas rupestres en la zona próxima al municipio de Tormón, perteneciente a la provincia de Teruel.

El hecho ocurrió el mes de marzo pasado y fue comunicado de inmediato al Ayuntamiento de Castielfabib, cuyo alcalde, Eduardo Aguilar, movilizó y dispuso todo para que la operación fuera un éxito, así como para el cuidado del lugar arqueológico. Al tiempo, informó a la Conselleria de Cultura.

Los primeros técnicos que comprobaron y certificaron la autenticidad de las pinturas fueron los arqueólogos Rafael Valle y Pere Guillem, que dirigen el operativo científico.

«El abrigo se localiza a 1.100 metros de altura, es pequeño y tiene forma de prisma rectangular con una longitud de 3,5 metros, una altura de 2 metros y una profundidad de 1,2 metros. En él hay pintadas cinco figuras: tres humanas y dos animales.

Las figuras humanas son más grandes de lo habitual (40 centímetros) y de rasgos longilíneos, con torsos triangulares y extremidades largas y delgadas. Llevan complejos tocados y diversos objetos, una bolsa de forma triangular y arcos de largo desarrollo.

Debajo se observan dos figuras zoomorfas, de las que «una de ellas podría ser una cabra», según especialistas que han estado en el lugar y han hecho un urgente apunte descriptivo, a la espera de un estudio más detallado.

El paraje donde se encuentran estas pinturas se encuentra a escasa distancia del núcleo de las pinturas rupestres de Tormón (Teruel), que también descubriera el vecino anteriormente citado, y participa de los rasgos propios del núcleo de arte rupestre de la Sierra de Albarracín, integradas por piedra de rodeno, y las figuras hechas con pinturas blanca y roja, de entre las que destacan dibujos de bovinos y humanos.

La noticia ha despertado el interés general de los medios de comunicación y se ha convertido en un aliciente más turístico y cultural del bello pueblo del Rincón de Ademuz, cargado de historia monumentalidad. Se estima que las pinturas pertenecen al Neolítico Antiguo, siglo V antes de Cristo (hace unos 7.000 años) y pertenecen a la fase antigua del arte levantino.

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