«La Orquesta de Valencia ha ganado sentido de conjunto. Antes era un colectivo de talentos, ahora es un equipo», afirma Yaron Traub, director de la sinfónica valenciana que hoy inicia su temporada más ambiciosa. Sobre todo porque va a tener un gran protagonismo a lo largo de todo el ciclo. Las circunstancias económicas así lo mandan.
La OV, al margen de algunos conciertos extraordinarios y los de abono protagonizados por orquestas invitadas, será el eje sobre el que girará gran parte de la oferta del Palau de la Música. Un reto, por otro lado, que no teme el colectivo a estas alturas de su rodaje y con un director que cumple diez años a su frente.
«La orquesta tiene primer nivel europeo. Si aquí hay gente que aún no lo sabe fuera sí se tiene muy claro y yo lo he comprobado personalmente. Me alegra saber que hemos podido convencer al público de que tenemos una gran orquesta capaz de afrontar cualquier repertorio».
Y no va muy desorientado Traub porque este año, donde los programas románticos también mandan, hay obras de mucha complejidad. De hecho, el inicio de temporada será hoy con la quinta de Mahler y la despedida con la segunda. En medio, habrá Bruckner, Brahms, Orf, Strauss, ópera en versión de concierto...
«Cualquier cosa y bien», añade el director israelí sobre la capacidad de la OV a la hora de afrontar repertorio. «Si somos los protagonistas de la temporada es porque nos lo hemos ganado con esfuerzo. Me gustaría que la gente reconociera esa calidad y por ello nuestra idea es salir más del Palau de la Música», adelanta.
De hecho, esta temporada la OV actuará por primera vez en La Lonja, visitará barrios y sonará de nuevo en la Catedral.
«El siguiente paso añade Traub es buscar más abonados el ciclo doble de conciertos extraordinarios ha funcionado poder potenciar las grabaciones, realizar intercambios con otras orquestas y ofrecer producciones en streaming», comenta con relación a los retos que debería de afrontar en el futuro inmediato.
Traub, además, cumple una década al frente de la orquesta y cree que el repertorio escogido y los retos que tiene por delante permitirán efectuar un balance «para saber dónde estamos».
Por ello, este año contará con un buen número de solistas y cantantes invitados en una especie de intercambio sonoro y un repertorio exigente escogido con toda la intencionalidad, admite el titular de la OV.
«Estos diez años han sido los mejores de mi carrera tanto desde la perspectiva artística como humana. Y todo se lo debo a los músicos por su esfuerzo y al público por como nos ha acogido », añade el músico al borde de la conclusión de su contrato
¿Seguirá un tiempo más? Al menos es su deseo. «Mi idea es seguir porque creo en este proyecto y todavía nos queda mucho por decir».
La incógnita es cuánto.
