M Clan cumple 20 años de vida. ¿Recuerdan la primera vez que se subieron juntos a un escenario?
Ricardo: Hicimos «doblete». Primero actuamos en Murcia, por la tarde, y luego en Abudeite, en un festival con unos 20 grupos.
Carlos:Yo iba con muletas. El primer concierto de M Clan lo hice escayolado.
Su nuevo disco, «Dos noches en el Price», es una gran fiesta de cumpleaños. ¿Les han cabido 20 años en 22 canciones?
R: Nuestra premisa no era hacer un concierto de los 20 años, sino mostrar cómo está el grupo actualmente, con nuestro repertorio y unos cuantos temas más. No es un recopilatorio. Cuando pensamos en los invitados los pensamos por separado, para ver cómo encajaba cada uno. Al ver el resultado final ves que todo suma y luego en el concierto se van disparando los sentimientos.
¿Cambia mucho grabar un concierto con público a hacerlo en un estudio?
C: Cambia todo. En tu estudio tienes tiempo para meditar, repasar, regrabar. Cambia todo en un sentido mágico, porque la tensión, la exclusividad del momento, lo efímero del concierto, eso que se te escapa de las manos y no puede volver... Todo eso lo hace bonito.
Pues la SGAE dice que la gente está dejando de ir a los conciertos...
C: En este país la tradición parece que es intocable. Así que hay que educar, la gente tiene que enseñar a los niños lo que significa la experiencia de vivir un concierto. Porque si no lo han vivido luego no saben lo que es ni les importa. Parece raro que haya familias con niños en los conciertos, pero tiene que ser así. De esta forma estás enseñando una experiencia de vida para que después lo vean normal. No tendría que ser extraño ver a familias en los conciertos.
¿A esta sociedad le falta «rock & roll»?
R: Sin ninguna duda. El rock es una energía, una forma de ser libre. No se trata de llevar botas de punta o chupas de cuero, el rock es una actitud. Ahora hasta los cocineros que salen en la televisión dicen que hacen platos con «rock & roll».
¿Qué le queda a M Clan por hacer?
C: Seguir trabajando, como cualquier trabajador en su oficio. No hay una meta a la que haya que llegar. Sólo seguir trabajando. Hay que seguir currando.
Al final «Carolina» les ha tratado bien...
R: Le estaremos eternamente agradecidos. Siempre iremos a favor de una canción que nos ha hecho tan grandes, o tan pequeños. Nos ha dado mucho y ha madurado con nosotros. Era una niña y ahora debe tener 35 años. En el disco la hemos reinventado con Fito.
