Un hallazgo que se espera lograr en 2015, coincidiendo con la celebración del cuarto centenario de la segunda parte del Quijote.

Los técnicos podrán comenzar a mediados de diciembre con el rastreo de la iglesia después de cinco meses de trámites para obtener los permisos del Arzobispado y la Comunidad, que entregará previsiblemente esta semana el visto bueno definitivo para intervenir en el templo.

Se cree que el padre de El Quijote fue enterrado con un hábito de la orden terciaria que, de aparecer, será analizado por un equipo de técnicos del Museo del Traje.