La música es la protagonista este fin de semana de las salas valencianas de conciertos. El viernes actúan M Clan (Salomé) y la banda Mercromina (La Rambleta). Enrique Bunbury hará lo propio el sábado y el domingo (Palacio de Congresos).

Dos décadas después de dar sus primeros pasos, el grupo murciano M Clan ha grabado el preceptivo doble disco en directo como mandan los cánones: Repleto de invitados y con DVD de acompañamiento (también doble: Documental y concierto). Dos noches en el Price resume la carrera de una banda reducida a dúo (solo permanecen Carlos Tarque y Ricardo Ruipérez de la formación original) que ha alternado momentos de éxito y de ostracismo, pero que siempre ha dado la cara sobre el escenario. De ahí que, en su caso, el recurso al socorrido álbum en vivo esté justificado. Ofrecerán su mejor música en el sala Salomé a las 21 horas.

En el año 2005 Mercromina visitaban Valencia para presentar Desde la montaña más alta del mundo, el disco que acababan de publicar y que anunciaron como el de su despedida. No había un motivo concreto, pero era la hora de decir adiós. «Es el final de un ciclo», reconocía su cantante, Joaquín Pascual. «Hemos sido los primeros sorprendidos, puesto que no teníamos la sensación de que las cosas se fueran a precipitar de esta forma. Pero acabamos el álbum y notamos que algo fallaba, que no estábamos a gusto. Se nos hacía eterno pensar en el futuro».

Nueve años después, están de vuelta con un concierto en La Rambleta a las 22 horas. Todo empezó cuando el sello Subterfuge, que había editado sus grabaciones, celebró su 25 aniversario coincidiendo con el Día de la Música en Madrid, el pasado mes de junio. Como a otras bandas ya disueltas, les propusieron reunirse excepcionalmente para actuar en la celebración, y la chispa volvió a surgir. Curiosamente, como ha ocurrido con otras bandas señeras del rock español reciente, como Chucho o Los Enemigos. Ya no solo vuelven los dinosaurios. También las estrellas del precario indie español de los noventa.

Diez años de búsqueda

Tras la disolución, Pascual puso en marcha Travolta, es un solicitado productor y graba en solitario, mientras que los demás componentes del grupo siguen involucrados en proyectos como Burrito Panza. Pero durante la década que mantuvieron en activo Mercromina grabaron varios álbumes que, con la perspectiva del tiempo, el cantante valoraba de manera honesta y autocrítica. «En todos nuestros discos, hasta Bingo, hay alguna canción que, si pudiera, la arrancaría. Siempre había algún tema que grabábamos sabiendo que no iba a resultar, pero que de todos modos acababa incluido. Ahora escuchos esos discos y me fastidia. En Hulahop, por ejemplo, podíamos haber concentrado más la energía, pero nos quedó un poco disperso».

La ventaja de regresar con diez años más de experiencia es que es fácil subsanar los desajustes de entonces. Y llevar aún más lejos un concepto sonoro que se miró sin disimulo en las producciones de Dave Fridmann, buscando una creación de atmósferas intensas heredera de Sonic Youth o My Bloody Valentine. Como decía Pascual, «texturas musicales agresivas», mediante las que podían expresarse como artistas. En ello andan de nuevo.

El fin de semana lo cierra Enrique Bunbury en el Palacio de Congresos con actuaciones el sábado y domingo a las 21 horas.

La historia no es nueva, pero parece que esta vez va en serio. Enrique Bunbury anuncia su retirada de los escenarios por un periodo de tiempo que incluso podría ser definitivo. Una decisión que coincide con la última tanda de conciertos en España de la gira Palosanto, que no ha podido ser más accidentada. En Valencia, por ejemplo, debió suspender a causa de la lluvia su show en la Feria de Julio.

Cuarteles de invierno

Lo cierto es que el carísimo espectáculo diseñado para la presente gira del aragonés (baste decir que aparece en el escenario descendiendo de un platillo volante) hacía que resultara muy difícil obtener beneficios en España, un país en el que sigue teniendo muchos seguidores, pero del que se ha ido alejando en los últimos años. Y el público que para otros artistas puede ser más que suficiente se quedaba corto para cubrir la enorme inversión.

El anuncio de su retirada puede servir de acicate a los indecisos. De hecho, en Valencia ofrecerá dos fechas. Y si de verdad es la hora del adiós, puede marcharse satisfecho.