Nach reaparece con su nuevo disco. Rap puro, después de la necesidad que le llevó por otros derroteros con «Los viajes inmóviles». Ahora se hace la autopsia y la vida le sale a borbotones en «A través de mí».
Vuelve al rap con A través de mí, tras la experiencia en el slam con Los viajes inmóviles. ¿Cree que sus seguidores lo entendieron?
Bueno, yo creo que sí lo entendieron porque lo expliqué, porque expuse que me apetecía investigar. Otra cosa es que a unos les llegara más o menos. Y no es una cuestión de que entiendan o no, sino de la necesidad de cambiar y ahora he vuelto a mi camino original, en el que me siento cómodo de verdad.
«Haciendo del rap mi chaleco salvavidas», dice en una de sus canciones...
Sí, es real. El rap me ha salvado de muchas cosas, me ha enfocado en proyectos, me ha hecho crecer como persona y como artista, me ha hecho conocer personas, me ha dado vida. Si no me hubiera dedicado a esto, no sé qué hubiera sido mi vida, pero dudo que hubiera sido tan genial como es.
En este disco realiza un recorrido vital, biográfico.
Cuando preparo un disco no me planteo nada. En este disco ha sido como darle la vuelta a las cosas hacia dentro y conectar con mis órganos de una manera más intensa que otras veces. A partir de ahí, sí que ha habido un mapa que he creado a través de mi cuerpo, el cerebro, el corazón, que tiene que ver con nostalgias, con ausencias, con anhelos, con deseos y la necesidad de comunicarme con otros.
También de vísceras, como en Adiós España, donde sale mi rabia y mi frustración.
Además, en la música se funde lo electrónico con lo sinfónico. ¿Son reminiscencias de «Los viajes inmóviles»?
Yo soy muy sinfónico porque me gustan los instrumentos con corte más clásico y en este disco ha sido diferente al resto.
¿Cómo ve el mundo del rap en este momento? ¿Quizá ahora vale todo y con rimar orilla y sombrilla es suficiente?
Todo no vale y se nota el que no se ha currado la letras, pero también hay gente que se empeña en encontrar las terminaciones más extrañas y pierde toda la sensibilidad. Yo intento mantener el término medio, no hago letras al servicio de una imagen. Se nota luego quién comunica.
La industria del disco no pasa por uno de sus mejores momentos y sin embargo ha grabado dos en los dos últimos años.
El disco físico es muy difícil de mantener. Pero hay un determinado tipo de gente a la que le gusta acceder a eso. Aunque se venda poco hay que estar ahí, pero ahora existen internet y otros soportes nuevos. Me gusta el disco físico como artista y como consumidor porque abriendo el disco con las letras y las portadas entras de manera más directa en el mundo del músico. Pero internet me ha abierto puertas.
¿El hip hop sigue siendo un vehículo de protesta y denuncia?
No sé si debe serlo, pero puede serlo. Yo creo que la gente escuchando rap asume esa denuncia y les ayuda a enfocar un poco su perspectiva de las cosas.
