La temporada de danza arranca hoy en el Teatro Principal de Valencia con el estreno de una nueva producción del Ballet de la Generalitat. En este caso una adaptación de Don Quijote, basado en la obra de Cervantes y coreografiado por Paolo Mohovich.
Se trata de una versión sobre la coreografía estrenada en el Bolshoi en diciembre de 1869 y que pone el acento en el ideal de libertad más que en los tópicos de una España de postal.
La música compuesta por Ludwing Minkus y el libreto de Marius Petipa, recreaban en uno de los mas prestigiosos escenarios del mundo, un ballet inspirado en la conocidísima novela de Miguel de Cervantes. En particular en las «bodas de Camacho», episodio narrado en el capítulo XIX de la segunda parte, en el que se relata el romance entre el barbero Basilio y la joven Quiteria.
Según su coreógrafo Paolo Mohovich con este montaje «no hemos querido representar una España de postal y cierta mentira con toreros y gitanas, sino que hemos querido llevarla más cerca del espíritu cervantino, basado más en el propio Quijote que en el capítulo de las Bodas de Camacho».
El objetivo, según Mohovich, era «resaltar la idea de libertad, algo fundamental para la vida de las personas y la necesidad de soñar siendo constructores de nuestros propios sueños, pues son lecciones que el hidalgo manchego nos transmite con sus divertidas y grotescas andanzas».
Este versión del Quijote cuenta con la dramaturgia de Ximo Flores y el diseño de vestuario y escenografía de Jorge Gallardo, con el que la compañía intenta hacer referencia a la época, pero de forma más estilizada, para que sea la propia danza la que transmita la esencia de la historia.
El Ballet, representado con gran éxito en todo el mundo, posee uno de los más celebrados paso a dos, el dúo bailado por Basilio y Quiteria, que el mismo Rudolf Nureyev interpretó en 1966.
Poética y emocional
En la propuesta del Ballet de la Generalitat, a través de la dramaturgia y la coreografía, «nos hemos propuesto resaltar la parte más poética y emocional de Don Quijote, acercándolo a nuestra sensibilidad. La gran aventura revolucionaria de nuestro protagonista tiene su pulso en el amor, una gran causa para recuperar el ahora más que nunca necesario gesto heroico».
Sobre el escenario, el Ballet de la Generalitat compuesto por veinticuatro bailarines «muy versátiles» según el propio coreógrafo y con los que ha trabajado a partir de la personalidad de cada uno ellos. «Conocer a los bailarines de antes ha sido muy importante para mí ya que he podido encajar a cada bailarín con los personajes cervantinos según su personalidad», destaca el coreógrafo sobre el propio Quijote, Sancho Panza o Dulcinea.
El espectáculo estará hasta el día 12 en cartel, aunque no ofrecerá funciones diarias. La temporada de danza que ocupará casi exclusivamente la programación de Teatres de la Generalitat y sus espacios públicos hasta el final del actual ciclo contará también, entre otras, con las actuaciones de Sol Picó, La Veronal, Proyecto Titoyaya, Compañía de Flamenco y Danza Española Mediterráneo, Sara Baras, la Compañía Nacional de Danza, Spin Off Danza, Toni Parisi o el Ballet Español de Julia Grecos.
