«Íbamos caminando y nos paramos a hablar aquí y miramos hacia la pared. Uno vio la cabra y el otro las figuras humanas. Lo mantuvimos en secreto unos años hasta que decidimos decírselo a los arqueólogos». Así describen Ismael Gil y Jacint Cerdà, dos vecinos de Portell, el hallazgo casual de 29 figuras rupestres situadas en el término de Portell. Ayer se presentó en la localidad de Els Ports un yacimiento con arte rupestre prehistórico situado en su término municipal. Se trata del abrigo del Mas de la Rambla o de Nassio. El enclave conserva restos de dos tradiciones artísticas prehistóricas, conocidas como arte rupestre Levantino y arte rupestre Esquemático. Se trata de 29 motivos prehistóricos datados hace 7.000 años.

El acto de presentación en sociedad contó con la presencia del alcalde de Portell, Álvaro Ferrer, el director territorial de Cultura, Francisco Medina y los arqueólogos Francisco X. Duarte e Inés Domingo. Los arqueólogos realizaron una presentación en el salón del Corro. Posteriormente, junto con los descubridores del yacimiento, guiaron una visita hasta las pinturas. En torno a 40 vecinos y visitantes asistieron a la conferencia y a la ruta guiada.

Once años después

Ismael Gil Bellés y Jacinto Cerdá Moles se toparon con esta joya milenaria en algún momento del año 2004. Años después, hacia el 2010 y casi por azar, Ismael se cruzó con los arqueólogos Francisco X. Duarte y Francisco J. Hernández, que paseaban por el término para realizar el Plan General de Ordenación Urbana Municipal de Portell. Al enterarse de que buscaban restos arqueológicos, les comentó su descubrimiento. Para confirmar la autenticidad invitaron a la arqueóloga Inés Domingo, investigadora del ICREA en la Universidad de Barcelona, como especialista en arte rupestre y con varios proyectos en Els Ports y El Maestrat. La visita que hicieron en 2011 permitió identificar un total de 29 motivos prehistóricos, algunos de ellos muy singulares.

Entre los motivos se pueden distinguir cuatro animales (dos cabras, un ciervo y otro indeterminado), además de 19 arqueros y una mano impresa. Una de las cabras tiene un gran tamaño y preside uno de los paneles. En el otro se concentran el resto de los motivos. Los arqueros participan en escenas de contenido diverso. Uno de ellos dispara a un animal. El resto están divididos en diferentes agrupaciones de arqueros que forman dos falanges que caminan en fila india enarbolando los arcos por encima de sus cabezas, como celebrando algún evento. Los investigadores apuntan que estas falanges no tienen casi paralelismos con el arte rupestre levantino y «hacen que este conjunto sea muy singular. También es interesante la superposición de dos tradiciones artísticas, la levantina y la esquemática, que también es poco frecuente».

Un lento proceso

Los arqueólogos señalaron en la presentación que «un hallazgo de este valor patrimonial, recordemos que el arte rupestre de la Fachada Mediterránea se Bien de Interés Cultural desde 1985 y fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1998, requería seguir un protocolo para proteger el yacimiento antes de difundirlo. Fruto de una colaboración entre la administración, la universidad y empresa que contó con la participación del Ayuntamiento de Portell de Morella, la Institución Catalana de Investigación y Estudios Avanzados (ICREA), la Universidad de Barcelona y miembros de las empresas Sarq y Mixuro, el yacimiento fue cerrado y señalizado a finales de 2013 con una ayuda para la conservación y protección de Bienes Inmuebles del Patrimonio Cultural de la Comunidad Valenciana, financiada por la Consejería de Educación, Cultura y Deporte».