Chorizos. Atraco a la española es, en palabras de su guionista Ricardo Vilbor, un cómic «irreverente» con el que él y el dibujante Ricar González, ambos valencianos, quieren «meter el dedo en la llaga de todo el mundo» y que además se «rían y sonrían» con una historia que denuncia un «mal endémico» en España: la corrupción.

«Mi abuela vota a la derecha, es de derechas a muerte, pero hablas con ella y te dice que los políticos son unos chorizos. La otra parte de mi familia es de izquierdas y también dicen que los políticos son unos chorizos. Por eso creo que todos hemos llegado a las mismas conclusiones», cuenta Vilbor sobre este trabajo publicado en la Editorial Grafito.

Una novela gráfica que narra cómo un conductor de 50 años, desesperado tras el ERE aplicado por la empresa y viéndose incapaz de pagar la pensión alimentaria a su exmujer, se ve envuelto en un atraco esperpéntico en el casino de «Monte-Carlo». Un robo perpetrado por Manolo, su amigo de la infancia y expolítico condenado por corrupción urbanística.

La novela se convierte en 144 páginas ácidas y descaradas inspiradas en Berlanga y Azcona, y en Ibáñez: «Si algo me ha gustado siempre de ellos es que todos los problemas los ven desde el prisma del humor».

«Todo el mundo sabe ya por qué están mal las cosas, así que no vamos a darle la chapa, sino hacer que se rían. Yo creo „añade Vilbor„ que hoy en día realidad y esperpento se han confundido».

En el guión de Vilbor (Valencia, 1979) y el dibujo de González (Valencia, 1971) hay mensajes claros y muchos «parecidos razonables». Detrás del singular grupo de atracadores españoles, estarán dos policías, un francés y una alemana, con cierto aire a Nicolás Sarkozy y Angela Merkel y que califican a nuestros patrios ladrones de «cogebajas» y «chorizos». «¿Quizá algo que ya hemos visto todos?», se pregunta el guionista.

«La realidad es tan fuerte que acaba metiéndose dentro de la ficción. Cuando un personaje te recuerda a alguien te es más fácil a la hora de escribirlo y definirlo. Los dobles juegos, los dobles sentidos, para mí son más cómicos», dice.

Los autores han añadido a cada libro un ejemplar de La Sinrazón, periódico sensacionalista que informa con el rigor del que más paga; una ilustración firmada por los autores, y programas electorales del «Popó» y el «Pasota». Un panfleto electoral nacido bajo la siguiente reflexión: «Qué pasaría si muchos políticos dijeran la verdad o escribieran lo que de verdad piensan hacer».

A Vilbor, le gustaría hacer llegar el cómic a Rodríguez Zapatero, Dolores de Cospedal, Rajoy y, sobre todo, a González Pons, un político que tiene «la sonrisa definitiva del político definitivo».