El Museo de Bellas Artes de Valencia continuará durante los próximos meses, al menos, con una plantilla científica bajo mínimos. La directora, Paz Olmos, no contempla recurrir a empleados interinos de urgencia. Es la postura que expresó ayer en la comisión de las Artes del Consell Valencià de Cultura (CVC), ante la que compareció para informar de ls bajas de conservadores y restuaradores registradas en los últimos meses.
El Museo San Pío V ha visto cómo sus dos conservadores „de pintura (José Gómez Frechina) y dibujo (Adela Espinós)„ han abandonado la institución para pasar a la empresa privada y por jubilación, respectivamente.
Las bajas se unen a las registradas en el equipo de restauración que encabezaba Julián Almirante, quien también ha causado baja por edad. Otro miembro de esta área está a días de jubilarse y la también restauradora Pilar Ineba, mano derecha durante años de Olmos, ha pasado a desempeñar sus funciones en la Biblioteca Valenciana.
El departamento científico de la pinacoteca está integrado así en la actualidad por un técnico de arte valenciano „doctor en Historia del Arte„ y dos restauradores, uno de ellos en la plataforma de salida.
No osbtante, la postura de la directora es huir de soluciones precipitadas, y más cuando las elecciones autonómicas están a la vuelta de la esquina. Ante los miembros de la comisión de las Artes del CVC defendió que las plazas sean cubiertas mediante oposición, indicaron fuentes del organismo consultivo.
Esta opción, más justa y equitativa a priori, choca, sin embargo, con la experiencia hasta ahora en el museo, donde estas puestos no salen por oposición desde hace décadas. Paz Olmos sostiene que puede recurrir a contratos de asistencia técnica para proyectos específicos.
