Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Jesús Cotta

"La razón para negar la amistad de Lorca y José Antonio es solo ideológica"

El investigador Jesús Cotta propone en un ensayo abatir los mitos políticos para aceptar un vínculo «clave para evitar nuevas guerras civiles»

"La razón para negar la amistad de Lorca y José Antonio es solo ideológica"

Jesús Cotta (Málaga, 1967) es autor de uno de los libros que más está dando que hablar las últimas semanas: Rosas de plomo. Amistad y muerte de Federico y José Antonio, ensayo con el que ganó el primer premio de biografía histórica de la editorial Stella Maris. Por supuesto, el Federico del título es García Lorca y el José Antonio se apellidó Primo de Rivera.

Hasta ahora, la tesis dominante era que pudieron cruzarse, pero no tuvieron encuentros privados. Esta postura se fundamenta en el testimonio de un falangista amigo de ambos, el escritor Felipe Ximénez de Sandoval, quien relató que intentó presentarlos, pero fue imposible por el miedo del poeta, aunque eran muy parecidos.

«Viendo ese testimonio tan detallado y verosimil, se ha dado la amistad por falsa, pero las razones para negar que existió no son lógicas, son puramente ideológicas», afirma a Levante-EMV el investigador, que el pasado miércoles presentó su libro en Valencia. Su propuesta es olvidar los mitos políticos incompatibles creados a posteriori „el poeta rojo y el falangista terrorífico„ porque «la gente real no es así».

No existen fotografías ni cartas que documenten esa relación a finales de 1935 y principios de 1936, sí los testimonios de Gabriel Celaya y Luis Rosales „más un tercero que Cotta se guarda porque ha aparecido tras la publicación„, a los que el escritor da credibilidad, porque «cuando uno se quita los anteojos ideológicos, son muchas más las razones para creer que la amistad existió que para que no». Había amigos comunes, ambos iban a tertulias contiguas el mismo día en el café Lion de Madrid (el de la ballena alegre) y el falangista admiraba a Lorca.

Así que, al final, Cotta habla no tanto de la relación concreta como de «abatir los mitos políticos que nos impiden aceptar algo tan sencillo como una amistad». Algo que considera que a España le va bien, ya que «en esta amistad está la clave para evitar nuevas guerras civiles», sentencia.

¿Revisionista? «A mucha honra», responde, porque «si el revisionismo estuviese prohibido estaríamos con las visiones tontas de hace tres siglos». El investigador argumenta además que no cambia nada: «Federico no es peor poeta por conocer a José Antonio». No se trata tampoco de que Lorca pase a ser ahora fascista y Primo de Rivera, homosexual. Nada de eso, dice. En todo caso, define al poeta andaluz como «un hombre libre que huyó siempre de la etiqueta política». «El problema „agrega„ es que se le ha politizado y eso es matarlo por segunda vez. Lo único rojo en él era su sangre y azul, el mono de La Barraca».

Compartir el artículo

stats