Loquillo presenta esta noche al público valenciano su último trabajo, Código Rocker, grabado junto al grupo Nu Niles. Un disco en el que se ha versionado a sí mismo, adaptando algunos de los temas de su carrera al rockabilly.
«No pensaba en mejorarme. Es un repaso a 35 años de trayectoria y a una serie de canciones a las que yo quería darle la vuelta. Sólo pretendía llevarlas al terreno que les corresponde y trabajar con una banda absolutamente reivindicable», afirma el artista.
La banda se ha reunido para la ocasión, algo que, habiendo sido solicitado por «El Loco», no ha sido complicado. «Lo hablábamos en los bares en los que coincidimos y surgió el momento. Me gusta hacer discos diferentes porque me ayudan a abrir puertas y ventanas y es bueno que corra el aire», cuenta.
El cantante describe Código Rocker como una «macarrada», una palabra con la que se refiere a «ser uno mismo, hacer música orgánica, salvaje y contundente. Lo que antes se llamaba «garaje». Las palabras con la época pueden cambiar. Y a lo que me refiero con macarrada es a la música», dice.
Los temas que forman parte de este disco «han sido buscados especialmente. Como debe ser. Cuando hago mis trabajos de poesía contemporánea también escojo los artistas y los poemarios adecuados para llevarlos a teatros. Evidentemente, cuando haces a Luis Alberto de Cuenca, no tiene nada que ver con lo que haces con los Nu Niles. Ahí está la gracia de poder cambiar al personaje», reconoce. Y añade: «Aquí no hay grandes himnos de Loquillo, sino una serie de canciones que no se grabaron de la forma adecuada».
Como se puede apreciar, Loquillo es un artista polifacético. «Mi función es crear y me gusta saltarme las normas. La vida es experimentar, si no te aburres. Me gusta estar en continuo movimiento y con gente que me ayuda a ser mejor. Lo llevo en el ADN, resulta muy sencillo para mí. Precisamente lo bueno es el riesgo, la vida es un riesgo constante y no aceptarlo sería muy aburrido», sostiene.
El cantante, que presentará Código Rocker en la sala Fusión, es uno de los pocos artistas de este país que se permite decir todo lo que se le pasa por la mente. «Es lo lógico, lo ilógico es no ser fiel a tus principios. Soy un ciudadano. Me afectan las mismas situaciones que al resto y me hacen pensar. No tengo nada que esconder. Hay otros compañeros que son así, pero sé que no es algo mayoritario. Cada uno es como es».
