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Entrevista | Sara Baras

"El baile no es trabajo sino mi forma de vida y ahora lo disfruto más"

«Estamos perdiendo los referentes, se nos están yendo los buenos y lo mejor es recordarlos»

"El baile no es trabajo sino mi forma de vida y ahora lo disfruto más"

¿En qué momento de su carrera diría que se encuentra Sara Baras?

Creo que en el mejor de mi carrera y de mi vida. Ambas cosas van tan unidas que una influye en la otra. Cuando se quieren hacer las cosas bien, con sacrificio para que el cuerpo las exprese, la energía sale del interior y es entonces cuando puedes disfrutar más de tu trabajo.

¿De dónde nace «Voces», su última creación?

Fue una necesidad, mi forma de agradecer todo lo que ellos nos han dado. Hay en él algo doloroso, como es la ausencia, pero también mucho de positivo. La pérdida de Paco de Lucía, por ejemplo, fue algo que jamás podía esperar. Nunca imaginé que su muerte me iba a producir tanto dolor. Era un grande en lo personal y en lo profesional. El artista más importante. Un referente al que admirada. Mi corazón todavía no lo ha aceptado. Aún hay cosas que no puedo escuchar de él. Por eso este homenaje del que al principio dudaba por aspectos sentimentales, pero del que no tengo miedo dedicarlo a quienes tanto debo.

Además, es un espectáculo en el que combina muchos palos.

Es el espectáculo más especial de mi carrera porque la fuerza para ser tú mismo te la dan ellos con su música. Es la que te provoca y te anima a soltar tu cuerpo.

E incluso a improvisar.

Sí, este espectáculo permite improvisar y te da momentos para buscarte a tí misma como artista, como bailaora. El público nota que existe esa conexión entre la música y yo, entre ellos y Sara Baras. Sobre el escenario es una sensación muy profunda que te conduce a la intensidad. Uno necesita hacer ciertos proyectos según el momento de madurez y a mí me tocaba ahora este.

Se están perdiendo los referentes en su mundo. ¿hay un gran vacío en cuanto a los remplazos?

Sí, y se ve en este espectáculo. Por ello es importante de vez en cuando recordarlos. Tenemos la sensación de que se van los buenos. Pero al mismo tiempo tenemos y las nuevas generaciones tienen la oportunidad de poder seguir viéndolos. Yo no conocí a Carmen Amaya, a la que le debo tanto, y no tengo la oportunidad de poder ver ahora todo su trabajo. Por ello cuando viene gente joven a mi compañía lo que me gusta es transmitirles la pasión por los maestros que quizás no han conocido.

¿Hacia dónde va Sara Baras?

A seguir cuidando sus creaciones. Me interesa el trabajo bien hecho, pero también que la gente sea pasional. Por ello siempre he dicho que el baile no es mi trabajo sino mi forma de vida. Hay que crecer pero no olvidar nunca de donde vienes.

Comenzó muy joven y lo sigue siendo. Sin embargo, su carrera es inmensa. ¿Mirar atrás le da ahora vértigo? ¿Ha sido consciente de esa evolución?

Mi carrera y mi vida iban sin freno hasta que paré para ser madre y eso me dio la oportunidad de verlo todo de otra manera. Pude darme cuenta de que a la velocidad que iba no podía disfrutar de todo. Ahora intento ir de otra manera y me gusta ayudar a quien los necesita y buscar siempre el lado positivo de las cosas. Por ello lo que hago lo suelto y lo comparto. Ahora disfruto más de lo que creo. Antes iba buscando las oportunidades y las ansias me podían. Pero lo que me queda de antaño es la misma ilusión.

Posee una de las compañías más numerosas. Supongo que se correrán muchos riesgo para los tiempos en los que vivimos.

Antes de ser madre no podía parar porque eramos una compañía mucho más grande y todos tienen sus familias. Ahora vivimos un momento de crisis y la cultura la sufre, pero yo no me puedo permitir bajar el listón. Antes lo espectáculo se hacían, ahora es una necesidad personal.

¿Habrá algún día un Sara Baras íntimo y solitario como fruto de la necesidad?

Sí me apetecería algún día poder hacer un trabajo así junto a mi marido „el bailaor José Serrano„ para poder sentirme sola, aunque en este espectáculo te sientes así muchas veces. Nunca pensé que estas «Voces» iban a darme una nueva perspectiva del baile y a conducirme a esa búsqueda del silencio en el que el baile es también música.

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