La invisibilidad de los escritores en lengua propia «continúa y se agrava»; la producción de libros en valenciano baja de manera permanente (un 13,2 % en 2013); a ello se suma la eliminación de premios literarios patrocinados por ayuntamientos e instituciones; las ediciones en valenciano tiene escasa capacidad para seducir a amplios sectores de la sociedad; el libro digital no triunfa y, en el caso del idioma autóctono, «directamente fracasa»? Estas son algunas de las conclusiones a las que llega el Consell de Cultura sobre la situación de la literatura y la lectura en valenciano.

Ante este panorama, propone, entre otras cosas, incentivar la compra de libros. Cita como ejemplo el bono cultura que funciona en Euskadi o la desgravación para la adquisición de ejemplares que ya opera en Italia y que está en estudio en Andalucía.

Esta medida, considera el Consell Valencià de Cultura (CVC) en un informe aprobado ayer, podría formar parte de un «verdadero» Plan por el Libro y la Lectura, cuya puesta en práctica reivindica. Coincide en la reclamación con editores y libreros, que lanzaron hace unas semanas las líneas maestras de este documento, inexistente hasta ahora y que quieren que sea un compromiso de todos los partidos para desarrollarlo en los seis primeros meses de la próxima legislatura. El Consell subrayó el pasado viernes que ha destinado más de 63 millones en cinco años a una «Estrategia de Fomento de la Lectura».

Otras propuestas son acciones de apoyo a las librerías para «evitar su desaparición», recuperar iniciativas para incentivar al autor valenciano —como becas o premios— y campañas de concienciación contra la piratería cultural, ya que el 51 % de los internautas descarga libros ilegalmente, considera el informe.