Vive rodeado de grandes cifras:
3 millones de ejemplares vendidos en todo el mundo, libros traducidos a 41 idiomas El último (El mundo azul. Ama tu caos, Grijalbo) ha sido el más vendido en Sant Jordi si se suman los datos de las ediciones en español y catalán. Espinosa (Barcelona, 1973) pasó ayer tarde por la Fira del Llibre de Valencia y, como la última vez, generó una cola tan grande que tuvo que continuar firmando ejemplares tras el cierre de las casetas.
Recibe 8.000 correos electrónicos diarios. Le faltan horas, ¿no?
Dedico dos días enteros a la semana para leerlos, miércoles y domingos, porque cuentan muchas historias. Llevo un desfase de 50.000, pero es un honor.
¿Arriesgarse no es una postura conservadora hoy, cuando es la tendencia con buena prensa?
No, porque muchas veces arriesgarse es decir no. El libro habla de aprender a morir para aprender a vivir, entendiendo que los errores son aciertos fuera de contexto.
¿Se ha arrepentido más veces de lo dicho que de lo que no dijo?
Creo que no. Hay que decirlo todo. Si te arriesgas te pueden ocurrir dos cosas malas pero una buena. Al final, hay que arriesgarse, pase lo que pase.
¿La compasión es la peor virtud?
Sí, porque nace de los miedos, que son dudas no resueltas. La compasión nace del miedo de que te pueda pasar a ti. No es necesaria.
¿Qué le dice la cifra del el 3 %, las comisiones que supuestamente cobraba el Govern catalán?
[Ríe] Para mí son las posibilidades de vida que me dieron cuando tenía 15 años y estuve un mes en Menorca, que debía ser el último. Cuando llevaba 13 días probamos con otro tratamiento y salió bien. Cada año vuelvo a decir que aquí estoy, pero aquel 3 % forma parte de lo que soy.
¿La corrupción y la política se ven de otra manera?
Sí, claro. Pero la política no forma parte de mi caos.
¿Qué cuesta el éxito perdurable?
No lo sé. Al empezar no me publicaban y las obras iban al teatro más pequeño de Barcelona. El éxito y el fracaso dependen de cómo te repercuten. Siempre he intentado no darle un valor, sino disfrutar con lo que me da. Si lo buscas, es cuando te puede costar algo.
¿Es un adolescente perenne?
Sin duda. Intento que mis protagonistas sean adolescentes porque me hice un pacto al curarme de que siempre tendría 14 años y la edad que cumpliese. Por eso hago libros que también puedan gustar a los chavales.
Siempre tan positivo, le doy la oportunidad de quejarse de algo.
Del aire acondicionado, de verdad. Con un pulmón el aire es mi criptonita y hay países que se han vuelto locos con el aire acondicionado. Está bien sudar y tener algo de calor, ¿no?.
