Su voz se apagó hoy, pero las letras y la música del cantante de soul estadounidense Ben E. King quedarán para siempre en los anales de la música, como lo llevan haciendo desde hace más de cincuenta años, una inevitable banda sonora de todas las historias de amor.

Allá por los años 40, cuando el pequeño Benjamin Earl Nelson cantaba en el coro de la iglesia de su pueblo en Carolina del Norte, nadie podía imaginar que de aquel niño enclenque saldrían las baladas que han narrado gran parte de los romances y desamores de la segunda mitad del siglo XX, de un lado a otro del planeta.

Del gran clásico de su obra, la conocidísima "Stand by me", se dice que se han llegado a versionar hasta 400 temas oficiales, algunos de ellos a manos de artistas de la talla de John Lennon o Jimi Hendrix, el grupo U2, el rockero Bruce Springsteen o Eric Clapton y Phill Collins.

Ya en la secundaria, el joven Ben tuvo la oportunidad de unirse al reconocido grupo vocal The Moonglows, pero era aún demasiado inexperto para picar tan alto, así que continuó cantando en el restaurante de su padre, ya trasladados a Harlem (Nueva York), hasta que se convirtió en el cantante de la banda de du duá The Five Crowns, embrión del grupo que lideraría más tarde, The Drifters.

Con ellos comenzó a caminar hacia el éxito y a principios de 1959 llegaron a grabar en estudio con los míticos compositores y productores Jerry Leiber y Mike Stoller, quienes contribuyeron también al éxito de figuras como Elvis Presley, The Coasters o The Shangri-Las, entre otros.

Leiber y Stoller pusieron en The Drifters la confianza para grabar sus primeros discos y fueron los autores de muchos de sus éxitos.

King, aún bajo el apellido Nelson coescribió por entonces otro de los clásicos de la música contemporánea, "There Goes My Baby", un tema que despegó su carrera, sentando las bases para el gran futuro que le esperaba con otras composiciones como "Dance With Me", "This Magic Moment" o "Save the Last Dance for Me".

En 1960, la estrella del soul puso en marcha su propia carrera en solitario con "Spanish Harlem", otro de sus éxitos, coescrito también por Leiber y Phil Spector, junto con "Stand By Me", una canción que ya había escrito anteriormente con Leiber y Stoller y que nunca tuvo acogida dentro del grupo.

"Entré en nuestra oficina, y Jerry y Benny estaban trabajando en las letras", recordó Stoller en una entrevista sobre el momento en el que compusieron el tema.

"Benny comenzó a cantar y me fui al piano y fijamos los acordes, logró la melodía del bajo y Jerry dijo: '¡Ja, ahora tenemos un éxito! Y tenía razón'", relató el productor.

Hoy, en declaraciones a la revista Rolling Stone, Stoller confesó que la muerte del cantante ha sido para él "un verdadero shock" y rememoró el momento en el que le conoció, con su voz "sorprendentemente cálida y madura para un veinteañero".

Aquella canción inolvidable logró innumerables reconocimientos, desde un lugar especial en la lista de los 500 mejores temas de la revista Rolling Stone, hasta formar parte del Registro de Grabaciones de la Biblioteca Nacional del Congreso de Estados Unidos.

"Creo que este es uno de los mejores momentos de mi vida", dijo King cuando "Stand by me" se hizo un hueco en la biblioteca más grande del mundo. "Pensar que mis hijos y los hijos de mis hijos un día mirarán ahí y dirán: 'Wow', eso es lo que hizo el abuelo'". Y tanto si lo hizo.