Un interrogatorio, dos personas, una tratando de conocer la verdad de un caso de corrupción que ha movido los cimientos de la política española y otra que trata de salvarse. Dos sillas, un micrófono y una mesa. Son los sencillos mimbres de Ruz-Bárcenas, el último montaje del Teatro del Barrio de Madrid, el invento cooperativo de Alberto San Juan, la herramienta cultural de transformación de la sociedad del actor comprometido con Podemos, que en esta pieza se baja del escenario para dirigir. Arriba se quedan Pedro Casablanc (Luis Bárcenas) y Manolo Solo (Pablo Ruz).
El montaje aterriza hoy en el Teatre Talia de Valencia, donde permanecerá hasta el el domingo. Ruz-Bárcenas reproduce literalmente, «sin inventar ni una palabra», el interrogatorio del juez al extesorero del PP. La única licencia ha sido quitar las partes de la fiscal y los abogados. Algo aparentemente árido que produce un resultado «apasionante, mejor que el que pudiera concebir cualquier dramaturgo».
Es teatro político, pero no es teatro «marca Podemos», afirma San Juan a Levante-EMV mientras se prepara para salir hacia Valencia. La obra quier ser una «pequeña ventana a través de la cual observar el conjunto del paisaje, un sistema basado en el saqueo de los presupuestos públicos». «Necesitamos conocer nuestra realidad para poder cambiarla. Con ese ánimo hacemos la obra», agrega.
Y con ese espíritu, tras Autorretrato de un joven capitalista español, el Teatro del Barrio ultima ya producciones sobre el rey y la banca.
¿Y nuestro Rus, Alfonso? San Juan ríe. «Por supuesto que da para una obra, porque es un perfil bastante extendido: empresario tremendamente zafio metido a político para robar». Lo compara con Arturo Fernández o Díaz Ferrán, «tipos broncos, por usar un eufemismo, sin humanidad en su labor pública».
San Juan, sorprendido aún por la dimisión de Monedero de Podemos, se nota cómodo en el discurso político. El objetivo de su nuevo proyecto tras 15 años en Animalario es «sumar a la transformación». Y esta figura, dice, en las alternativas electorales de Podemos, IU y la fórmula Ganemos. «Ni PSOE ni PP ni Ciudadanos valen para cambiar nada», sentencia.
Ruz-Bárcenas tiene intención de «agitación política», como les acusó en Asturias el partido de Álvarez Cascos. Pero no basta. «Tan importante como el contenido es la calidad teatral: hacer espectáculos divertidos, apasionantes», dice.
El actor, que nunca ha pisado un teatro público en Valencia „«no digo que sea por cuestiones políticas, pero es la realidad»„, está tan absorbido por el Teatro del Barrio que no piensa mucho en el cine. Incluso no sabe si podrá colaborar en la dirección de actores de la versión para cine Ruz-Bárcenas. La dirige David Ilundáin y se rodará a final de mes tras recaudar 55.000 euros mediante micromecenazgo.
