El proyecto cultural de Compromís en la ciudad de Valencia incluye la desacralización y recuperación del monasterio de la Trinidad „ahora sin ocupantes„ como parte del vecino Museo de Bellas Artes San Pío V.
La iniciativa es compleja, ya que implica un acuerdo con la orden de las clarisas „propietaria del inmueble y sus bienes„, el Arzobispado de Valencia y el Ministerio de Educación y Cultura, titular de la pinacoteca, cuya gestión está transferida a la Generalitat, que también tendría algo que decir, aunque es previsible una coincidencia política entre los gobiernos de la ciudad y la Comunitat Valenciana.
Las últimas monjas abandonaron el histórico monasterio del siglo XV en enero de 2014. Aunque la Iglesia planteó la posibilidad de que otra congregación ocupara el edificio, este permanece cerrado y sin uso desde entonces.
Los argumentos que maneja la coalición nacionalista que encabeza Joan Ribó en la ciudad son que la unión complementaría la ampliación del museo, ahora en curso y que finalmente ha sido más reducida de la inicialmente diseñada, al limitarse a las paredes del conjunto artístico y no incluir edificación nueva.
La intervención que se requeriría en el monasterio, explica la concejala Consol Castillo, no sería de gran calado. El inmueble sería el contenedor ideal de los retablos góticos y la obra de los primitivos valencianos, agrega, lo que liberaría la mayor parte de la primera planta de la pinacoteca, la segunda de España por el volumen de sus fondos.
La recuperación del convento, uno de los bienes históricos más desconocidos de la urbe, significaría además la apertura a su disfrute ciudadano, un factor importante en la revitalización de la zona y un atractivo turístico, comenta Castillo. El Consell Valencià de Cultura (CVC) ya defendió la unión del inmueble religioso al museo. La finalización de las obras actuales y la permuta de terrenos con el ministerio para la mejora del entorno son otros objetivos de Compromís sobre el San Pío V.
