¿Qué es «Creadores del Destino»?
Es un evento del crecimiento personal que consiste en hacer dinámicas para aprender a través de lo que se hace con técnicas de alto impacto como caminar por diez metros de brasas que están a más de 500 grados. Cuando la gente ve eso se le despiertan los miedos, dicen que no son capaces de hacerlo, pero yo les entreno a nivel mental para que pasen esas pruebas y muchas más. Siempre hay un obstáculo que es el miedo, y no debe ser una limitación.
Pero el que juega con fuego se quema...
Eso está en la mente. Yo les digo que no se lo crean sino que lo verifiquen. La mente dice que es imposible y la realidad es otra. Lo del fuego es una metáfora. Se trata de superar los miedos.
¿Qué objetivos persigue?
El fin último es que la gente pase a un mayor nivel en su vida en el área en la que tengan mayor dificultad.
«Creadores del Destino» suena un poco a espectáculo circense. Hay zumba, música de AC/DC, etc....
Sí, porque se hace en un ambiente lúdico, ni aburrido ni penoso. Yo creo en la educación con diversión, nada de que la letra con sangre entra. Cuando eres pequeño aprendes de forma inmediata porque lo haces desde la diversión. Aquí activamos el juego y el show, porque si el cerebro lo asocia con el dolor, ofrece una mayor resistencia. Por eso hay momentos en los que no sabes si estás en una discoteca.
¿Se considera un innovador en el mundo del «coaching»?
Yo no he inventado nada nuevo, pero sí que he hecho una fusión de muchas cosas. El modelo es innovador. He juntado cosas que parecían imposibles de juntar pero que tienen un denominador común. Todo está fusionado, hay un poco de todo. He integrado todo para lograr que la gente sea feliz.
¿Cómo se definiría?
Pues depende del día utilizo un lenguaje u otro. Se habla de coach o de facilitador, pero yo me considero un apasionado del ser humano y del crecimiento personal. Quiero crecer y contribuir a que la gente lo haga, eso es lo que da sentido a la vida. Es un ir hacia delante compartiéndolo con la gente.
Por lo que veo el pesimismo no tiene cabida en su espectáculo...
El pesimismo tiene la función de protegernos de algo que ya hemos vivido. Alguna vez cubre necesidades pero no es un modelo de plenitud. Para mí es una herramienta que no tiene gran valor. Yo me he entrenado para ser optimista. Y el optimismo es una herramienta muy poderosa que te enfoca hacia las soluciones y no hacia los problemas.
