­¿Es fácil investigar con su hermano?

Antón Gasca: Al existir mayor confianza por ser familia, la investigación no es fácil; cuando existen dudas los puntos de vista distintos se examinan desde dos ópticas opuestas, y hasta que no encontramos documentación exacta no damos por finalizada la investigación. Por cierto, nos sigue sorprendiendo encontrar todavía más documentación sobre la publicación de la obra de Centelles durante el período 1934-1939 en la prensa internacional. A veces, investigando otra foto, encontramos referencias a otras ya documentadas, con lo cual seguimos ampliando la documentación. Esto nos ha pasado en todas las exposiciones [Todo] Centelles: ninguna es igual a la anterior en documentación, puesto que en el lapso entre exposiciones añadimos.

¿Acepta sus conclusiones o necesita confirmación documental?

A. G.: La confirmación documental mediante varias fuentes cierra todo tipo de teoría o duda. Pero esta confirmación no puede ser de una única fuente, buscamos más, cuantas más encontremos mejor. Hay que reconocer que las fuentes documentales están más accesibles hoy día que hace años. Recuerdo una diferencia que teníamos en cuanto a una foto atribuida a Centelles, en la que el presidente Companys saluda a la multitud en la plaza Sant Jaume, el 3 de marzo de 1936. Es una fotografía impactante, didáctica, impresiona la variedad de grises, se aprecia hasta el humo del tubo de escape. Es una foto que se ha expuesto en un lugar preferente en las exposiciones anteriores sobre Centelles, y que se utiliza como referencia por la política nacionalista. Joaquín me decía que no era de Agustí Centelles, yo creía lo que se afirmaba hasta entonces; me extrañaba sin duda que Centelles no hubiera incluido esta foto en los dos libros ilustrados que realizó. Pero una tarde, en la Hemeroteca, sentados frente a frente, consultando el periódico Última Hora, vi esa foto publicada en dos fechas diferentes y con la firma de Puig y Farrán. ¡No era de Centelles, sin duda! Al lado de esta imagen sí figuraba otra foto firmada Centelles. Ni que pensar que esta documentación todavía no la reconocen los anteriores expositores de la obra Centelles. Esta foto la hemos eliminado del archivo histórico Centelles, pero como exclusiva para los políticos nacionalistas, les daremos dos referencias de su publicación en Estados Unidos. La primera, en el Ogdensburg Advance-News (Ogdensbur, Nueva York), el viernes 13 de marzo de 1936; la segunda en el Plattsbourg Daily Republican (Plattsbourg, Nueva York), el 14 de marzo de 1936. ¡Como verás, no somos tan malos! Y, si se publicó en estos dos periódicos, seguramente apareció en otros también.

¿Cuál fue la fotografía más difundida a nivel internacional de Centelles?

A. G.: Centelles en una entrevista en La Vanguardia confirmó que hubo dos que dieron la vuelta al mundo (los guardias de asalto simulando disparar detrás de una barricada de caballos y el guardia de asalto Mariano Vitini simulando disparar en una esquina de las calles Diputació y Roger de Llúria), el 19 de julio de 1936. Centelles no tuvo acceso a las hemerotecas internacionales, con lo cual limitó su alcance internacional a esta imágenes. La realidad nos demuestra que ya, en octubre de 1934, sus fotos habían llegado a Estados Unidos el día 22 de octubre (tres periódicos) y a Australia el 29 de octubre (Melbourne). También tuvieron difusión internacional las elecciones del 17 de febrero de 1936. Pero hay otra que tiene más referencias internacionales que las que Centelles creyó, y es la de unos milicianos defendiendo una barricada de adoquines, en la ronda de Sant Antoni, el 19 de julio de 1936, al mediodía. Además de la prensa española, tenemos referencias en Francia, Reino Unidos, Estados Unidos, Bélgica, Argentina, Australia, Italia, etc. Pero sin duda la que ha dado la vuelta al mundo fue la de María Riu Esqué ante el cadáver de su marido, Josep Pernau, una de las víctimas del bombardeo de Lleida, imagen tomada la mañana del 3 de noviembre de 1937. Se publicó en una revista religiosa en 1994, con una tirada de más de 16 millones de ejemplares, en unos 80 idiomas. Agustí Centelles hoy la añadiría a su lista.

¿Qué representó para Centelles y para sus colegas la cámara Leica? ¿Quién «descubrió» la cámara Leica a Centelles?

A. G.: Agustí Centelles comentó en vida que su trabajo no lo habría podido realizar si no hubiera tenido una Leica. Si bien es cierto que desde muy joven, antes de cumplir los 18 años, él se definió como masón y fotógrafo, y que realizó miles de fotografías trabajando para otros fotógrafos, su labor como fotoperiodista independiente comienza en junio de 1934, cuando adquiere una Leica modelo III (no el IIIa, este se comercializaría en 1935). Tengo una amplia documentación de lo que representó la Leica en la obra de Centelles, puesto que dispongo de decenas de folletos publicados por la casa Leitz. Permite que esta pregunta te la conteste el folleto ¿Por qué Leica?, publicado en español por Leitz, en noviembre de 1932. La Leica fue la primera cámara de precisión pequeña con negativo 24 por 36 milímetros; el modelo II ya incorporaba telémetro. Tenía múltiples objetivos intercambiables, todos acoplados con el telémetro y que se podían también emplear para ampliación y proyección de las imágenes. Su obturador marcha en la dirección longitudinal de la película. Para 1935, ya se habían vendido más de 175.000 unidades. Solo hay que revisar la publicidad de la época y comprobar que entre las cámaras fotográficas que se vendían en París y en Barcelona en 1934, la Leica era una novedad, junto con la Contax. Fue un colega de Centelles el que le descubrió la versatilidad de la cámara, en concreto Ramón Claret, que ya utilizaba una. Centelles se sorprendió de la ampliación que se obtenía con una cámara de reducido tamaño.

¿Qué diferencia el proyecto «[Todo] Centelles» de otros proyectos expositivos de gran formato y presupuesto?

A. G.: [Todo] Centelles nació de la sorpresa. He asistido a las anteriores exposiciones sobre Centelles, pero la escasa documentación que aportaban se compensaba con novelas históricas que se contaban mientras se realizaba el recorrido expositivo. Tengo que confesar que son ucronías que parecen verdad, que te seducen, y me sedujeron. Tanto, que al ir a comprobarlas, vi que no tenían base documental. Con lo cual en vez de hacer un favor a la obra de Centelles, la estaban desacreditando. Se me criticó abierta y públicamente por decir que para el año 2011 faltaba documentación sobre Centelles. Hoy, en 2015, puedo aportar miles de referencias en la prensa de época que demuestran que tenía razón. El caso es que el hijo menor de Centelles, Octavi, puso su colección particular a nuestra disposición para que investigáramos. Así nació [Todo] Centelles, que nos permite hacer autocrítica de la documentación que aportamos en el año 2011 al catálogo del Ministerio de Cultura. Hoy, sabemos qué fotos de Centelles debemos eliminar de su archivo, puesto que no corresponden a él. Por primera vez en todo el mundo se presenta la obra de Centelles en orden cronológico. Se ha buscado la referencia en prensa de época, tenemos miles. [Todo] Centelles ha eliminado las imágenes que no realizó él, pero que tenía copia en su archivo. Se ha añadido paneles documentales sobre su trabajo en Australia. Actualmente estoy realizando el panel de la obra de Centelles en Estados Unidos, ya tengo la documentación, pero si el de Australia puede medir 10 metros, el de EE UU podría llevar a los 50. He investigado día a día las fotografías de Centelles en La Vanguardia, y estoy realizando una compilación en otros medios de comunicación. En cada exposición se añade una extensa visita guiada y una conferencia sobre Mito o documentación, que es lo que hasta ahora ha ocurrido en todas las exposiciones. El pago no es dinerario, sino situar a Centelles como uno de los mejores fotógrafos europeos a nivel mundial, y que su nombre se incorpore en la terna Capa-Seymour-Taro.

¿Cómo han identificado la autoría de Puig Farran y de otros fotógrafos en el fondo Centelles?

A. G.: La prensa de cercanía nos permite situar la firma de cada fotógrafo, así como identificar aquellos que hicieron suyas otras imágenes mediante compra para publicar en otras ciudades. Revisando decenas de revistas y decenas de periódicos hemos podido identificar las fotos que corresponden a Puig y Farrán (un excelente fotógrafo) de las que son de Centelles. Pondré un ejemplo: si acudimos a La Vanguardia, 14 de abril de 1937, encontraremos el reportaje Recuerdo de una fecha histórica, firmado Foto Centelles. El reportaje recoge las imágenes del 14 de abril de 1931. Si acudimos al 18 de abril de 1931, quien firma las imágenes es Sagarra. No sabemos cómo la imagen llegó al archivo Centelles, por cesión, por compra, etc.; el caso es que la publicó con su firma en 1937. Esta imagen la hemos eliminado del archivo Centelles. Además, ¿dónde estaba Centelles en esa época? Realizando el servicio militar.

¿Cuantas páginas, fuentes documentales y hemerotecas han consultado? ¿Y cúanto tiempo ?

A. G.: Justo al acabar el catálogo de 2011 comenzamos a revisar todos los postulados que se afirmaban sobre su obra. Llevamos cuatro años de investigación doble, cuatro años cada uno. Hemos revisado centeneras de miles de páginas, y lo seguimos haciendo. Hemos localizado y comprado decenas de periódicos y revistas de época. Nos hemos suscrito a hemerotecas de pago. Hemos adquirido una colección documental sobre la Leica y Centelles, cámaras, accesorios, rollo de película de la época, los primeros carretes comercializados, carretes recargables, filtros, colección de diapositivas de época (posteriores a Centelles, claro), con el marco metálico, reproductores, y una extensa colección de folletos publicados por Leitz. Las cámaras y sus copias (Leica ha sido una de las cámaras más copiadas del mundo) han llegado desde Polonia, Bielorrusia, Japón, Alemania, EE UU€ Y todavía estoy interesado en comprar las réplicas de Leica que encargó el gobierno de EE UU y el de Gran Bretaña en la época.

¿En qué nuevos proyectos sobre la obra de Centelles está trabajando ahora?

Joaquín Gasca: En ninguno, completé mi proyecto en abril del año pasado.

¿Qué reto le ha quedado pendiente?

J. G.: Buscaba en las fotos del fondo Centelles fotografías de Pablo Neruda€

¿Las encontró?

J. G.: No, pero encontré el reportaje que Centelles le hizo a Federico García Lorca en Barcelona. García Lorca y Margarita Xirgu en un recital poético.

¿Cómo está lo que usted llama fondo Centelles?

J. G.: Totalmente depurado, después de tantos años, de exposiciones de gran formato y megapresupuesto, en las que se ha expuesto obra de otros fotógrafos como fotografías de Centelles, el fondo Centelles, digitalizado por los expertos del Centro Documental de la Memoria Histórica, en Salamanca, está siendo catalogado y desde hace años se hace una amplia difusión a entidades e investigadores.

¿Otros fotógrafos en el fondo Centelles?

J. G.: Sí, principalmente de Joan Andreu Puig Farràn y de Josep Badosa Montmany.

¿Cómo queda lo que usted llama el fondo Centelles?

J. G.: Queda depurado, una tarea pendiente desde la muerte de Centelles. No logro entender como tantos «expertos acreditados y homologados» han incurrido durante tantos años en este cúmulo de errores. Pero hay otro detalle muy importante, los miles de fotografías de la serie #lasfotosperdidasdeCentelles que hemos documentado e inventariado, de las que no se disponía ni de positivo ni de negativo, algunas han sido encontradas en copias de época y otras de las páginas de los periódicos y revistas de la época. El proyecto que ha permitido documentar miles de fotografías que se desconocían de Centelles publicadas en El Debate, El Sol, Mundo Gráfico, Mirador, Última Hora, La Vanguardia, Esplai...

¿Quienes han realizado este trabajo, será público?

J. G.: He trabajado con el mayor experto, mi hermano Antón Gasca, en la obra de Centelles. Hay pendiente de publicación una obra de investigación que será un referente, casi el canon Centelles. Detallará las fotos que sí son de Centelles, las de Puig Farràn y Badosa cuando se les empiezan a atribuir a Centelles y algunas sorpresas para conocer algunos detalles de su biografía profesional.

¿Habrá una biografía sobre Centelles?

Es imposible, hay algunos datos del entorno familiar. Lamentablemente durante décadas desde la familia se ha creado una serie de leyendas y ucronías para crear un mito català. Era solo gran un profesional de la fotografía, muy competitivo, con mucha autoestima y con relaciones muy complejas con todos sus jefes y compañeros.

¿Les acusarán otra vez de plagio?

J. G.: Imposible. Yo respondería con contundencia y tendría consecuencias legales. Ante lo que una gran historiadora de la fotografía llamó «un ataque de cuernos» respondimos inscribiendo toda la investigación, más de 75.000 ejemplares de prensa de época consultados, más de 8.000 horas de trabajo y muchos viajes que hemos asumido los investigadores. En el fondo hay mala conciencia por varias razones: el reconocimiento tardío a Centelles (que yo extiendo a todos sus compañeros que documentaron la guerra de España) y sentirse molestos porque fue el Ministerio de Cultura en 1984 el que le otorgó el único premio que recibió en vida. Añadiría todas las ucronías, visiones plásticas, la interpretación de justicia poética y la necesidad de vestir como el «nostre Capa català» a un redactor gráfico intenso y complejo, con relaciones muy difíciles y competitivo con todos sus colegas, que solo quería vender sus imágenes, fueran en la prensa editada por Esquerra Republicana o en el periódico más anticatalán de Madrid. Por cierto, fue El Debate en 1935, el que mejor le pagó sus reportajes.

¿Eran los hijos conscientes de la existencia de fotos de otros redactores gráficos?

Bueno, tengo mi opinión sobre este tema, pero desde 1986 el desfile de «expertos acreditados» por el fondo Centelles ha sido constante, en exposiciones de gran presupuesto, debían de saber que había material de otros fotógrafos.

¿Cómo ha quedado la operación de venta del fondo Centelles?

J. G.: La venta del fondo Centelles se filtró a la Generalitat de Catalunya el mismo día que se registró. Hoy hago público que ese mismo día un diputado catalán invitó a comer (a iniciativa mía) a los Centelles en el Congreso de los Diputados. Había dos diputados socialistas catalanes, al día siguiente yo mismo filtré la propuesta de venta en el ayuntamiento de Barcelona. La conselleria de Cultura actuó con prepotencia y malas formas. El Ministerio de Cultura organizó una miniexposición beta al acabar la legislatura de 2011 y editó un magnífico catálogo en castellano e inglés. Recibió palos de todos. Creo que los hijos tenían «otra sensibilidad» sobre la selección de las imágenes. La responsabilidad de la selección siempre es exclusiva del comisario, deberían haber aprendido de los errores de la supuesta «Caja de Galletas»... El Ministerio de Cultura ha dado el nombre de Agustí Centelles a la sala de exposiciones del edificio del CDMH en la plaza de Bandos, en Salamanca. Están en fase de equiparlo. Es el único Premio Nacional de Bellas Artes en fotografía que tiene una sala de exposiciones con su nombre. La sala debería custodiar íntegramente el fondo documental profesional de Centelles, los vendedores lo acordaron así al inicio de las negociaciones en 2009, lo reiteraron hace dos años con el Director de Bellas Artes de la Secretaría de Estado de Cultura, cuando les compraron el llamado fondo industrial y publicitario. Para mí, reconocer la obra y el buen nombre de Centelles es un reconocimiento colectivo a los fotógráfos que documentaron la guerra de España. No es el primer fotógrafo español que distribuye sus imágenes a nivel internacional. El gran Alfonso Sánchez también fue portada en Newsweek en agosto de 1936 y Campúa publicaba sus reportajes en EEUU ya en los años veinte del siglo pasado.

¿Cómo quedó la operación económica con el Ministerio de Cultura? ¿Por qué no regalaron las copias en positivo a la Generalitat de Catalunya?

J. G.: Es un asunto personal de los vendedores, pero salió publicado que el fondo Centelles se compró en un pago de 700.000 euros (el doble de lo que ofrecía la Generalitat, que se quedaba con el fondo, las cámaras y todas las copias de autor en positivo), al que se añadieron otros 90.000 euros por el fondo industrial y publicitario. Un lote de copias se vendió a la Fundació Vila Casas.

¿Tiene relación con los hijos de Centelles? ¿Qué consejo les daría?

J. G.: No, cesé y me desconecté el pasado abril de 2014, el día de la inauguración de la exposición [Todo] Centelles en el Instituto Cervantes... ¿qué les diría? Dos cosas, públicamente: que no deberían permitir que se contamine el buen hacer profesional de su padre con mitos y ucronías identitarios y que «no se puede sorber y soplar al mismo tiempo». Yo les deseo los mayores éxitos.

Aún salen lotes de fotografías de Centelles a subasta.

J. G.: He hecho un cuidadoso inventario de las copias subastadas durante la pasada década que incluye a vendedores y compradores.