El secretario autonómico de Cultura, Albert Girona, compareció ayer por primera vez ante la prensa. Lo hizo en compañía de los directores generales de Cultura, Carmen Amoraga, y Deporte, Josep Miquel Moya, con quienes, de momento, evidenció una completa sintonía.

Girona (Compromís) dibujó las líneas maestras de la nueva política cultural. Entre ellas, habló de crear un relato cultural para los valencianos, ahora inexistente, cimentado en la lengua propia y en las raíces mediterráneas. Invitó así a recuperar la filosofía de los años 80 de Valencia como capital cultural del Mediterráneo. «No era mala idea», dijo.

El profesor de Historia Contemporánea de la Universitat de València calificó asimismo de «incomprensible» que la ciudad no haya construido un relato alrededor de su Cuatrocientos (el Segle d´Or).

Una de sus preocupaciones será también acabar con la «discriminación» a algunos sectores, como la música o el teatro en valenciano.

El objetivo es asimismo crear empleo cultural, dijo. Pasa por ayudar a los creadores a formar empresas, para superar el índice actual del 4 %.