Apuntan desde la productora Olivo Films que a Alberto Morais, un director imantado a Valencia, se le habían clavado en la imaginación las playas de Port de Sagunt como un gran plató de cine. Mastodontes industriales apostados como turistas frente al mar, dibujando una postal distópica, han atraído hasta la localidad el grueso del rodaje de La madre, la nueva película del director vallisoletano, que ha levantado gran parte de su filmografía „este será su tercer largometraje de ficción, tras Las olas y Los chicos del puerto„ sobre las calles de la capital valenciana.

En Port de Sagunt se llevará a cabo el grueso del rodaje de esta película, aunque la claqueta chasqueó por primera vez en Valencia, concretamente en la Ciutat Fallera y, además, recorrerá barrios como El Carmen o Campanar. La historia se colará incluso en la histórica sala La Edad de Oro donde, argumentan desde la productora, han encontrado un escenario idóneo para algunas escenas de interior „no es la primera vez que el local aparece en la gran pantalla„ y unos dueños entregados a la causa. Más allá de la ciudad, el rodaje, que durará seis semanas, transitará por municipios como Vinalesa, Borbotó o Massarrojos.

Por todos esos paisajes zarandeará Morais la vida de su protagonista Miguel „interpretado por el adolescente Javier Mendo„, un chico a punto de ser internado en un centro de menores debido a la imposibilidad de su madre por mantenerlo, aunque el abismo verdadero se abre ante el muchacho cuando desaparece su madre. En el reparto de la película hay nombres como la archipremiada Laia Marull „su tercer y último Goya fue por Pa negre„ o Nieve de Medina. Ellos guían un relato que brota de la idea del desarraigo a través de cuestiones como la inmigración y que, como reconoce el propio director, persigue a sus dos obras anteriores, marcadas por la idea del abandono, siendo La madre la que pone el punto final a esta especie de trilogía. El proyecto es una coproducción entre España y Rumania de presupuesto austero y que cuenta con una ayuda de 195.000 euros del IVAC. La idea de la productora es que La madre vea la luz a finales de 2016, tras el recorrido por los certámenes de cine en busca de avales para el estreno.

Pero ¿por qué Morais, un director vallisoletano, permanece abducido por el paisaje valenciano? Lo cierto es que el cineasta vivió en Valencia desde los cinco años y hasta que terminó su carrera, cuando marchó a Madrid para realizar estudios en cine. Aún hoy mantiene su residencia a medio camino entre ambos destinos. Por ello la ciudad permanece de fondo en toda su obra, como en su película anterior, cuando el viaje de los protagonistas partía desde el barrio de Nazaret y recorría otros enclaves como la Ciutat de les Arts i les Ciències.