No hay paz para el San Pío V, un edificio que parece mantenerse erguido junto al cauce del río, estoico mientras en los últimos años una actualidad tumultuosa gira en torno a él. O en sus entrañas, como ha ocurrido esta vez. Ayer el museo amaneció saqueado. Alrededor de las 10.30 horas de la mañana llegaba a la Policía el aviso de que habían desaparecido varias piezas del interior del museo. A lo largo de la mañana, hasta cuatro coches de la Policía Nacional se apostaron frente a la puerta principal mientras un equipo acompañado por el jefe de seguridad del recinto, trataba de esclarecer lo ocurrido.

Al parecer, los ladrones habrían entrado por la noche en eel edificio y, una vez dentro, sustrajeron varias piezas de uno de los pabellones anexos al recinto, según apuntaron fuentes conocedoras de los hechos. Durante toda la mañana, mientras los turistas deambulaban mansamente por el interior del espacio, la policía científica buscaba huellas que puedan impulsar la investigación. Además, la Policía Nacional también está revisando las cámaras de seguridad para tratar de identificar a los autores y ver qué ha podido fallar esta vez en la seguridad de un recinto que ya sufrió un robo hace hoy 14 años.

Las piezas sustraídas, que no estaban expuestas, son "la mayoría medallas, algunas monedas y un par de esculturas de pequeño formato", y "no tienen gran valor económico pero sí histórico", según ha confirmado la policía.

Desde el museo se trabaja ahora en inventariar las obras desaparecidas, aunque desde la conselleria de Cultura se asegura que el expolio no ha afectado a los retablos góticos y otras de las obras de mayor valor del San Pío V, apuntando a que se trataría de «obras menores», las que fueron sustraídas. Entre las piezas que expone el museo, más allá de la pinacoteca, se encuentran obras escultóricas y elementos arqueológicos, como los que se esparcen por todo el claustro del recinto, pertenecientes al periodo romano, o los capiteles del románico, también propiedad del San Pío V.

Mientras la policía tomaba contacto con el crimen ocurrido con toda probabilidad durante la noche anterior, el San Pío V se abría al público de manera rutinaria, sin que cesase la actividad en un recinto que durante el mes de agosto permanece abierto de manera ininterrumpida. Los trabajadores señalaban a los coches policiales preguntándose por su presencia en la fachada principal. Por la parte trasera prosiguen las obras pertenecientes a la intervención que afecta al museo, el cual tampoco cuenta con una cabeza visible en este momento tras la destitución de la anterior directora Paz Olmos.