Parecía que nunca iba a llegar el momento en el que Matisyahu cantara 45 minutos sobre el escenario del Rototom Sunsplash de Benicàssim. Lo hizo ayer, finalmente, pasados unos minutos de las 12 de la noche. Y durante su concierto compitieron los pitidos y los abucheos con la voz del cantante. «Dejadme oír vuestro silbidos», expresó el rapero, desafiante. Desde el público le lanzaron una botella de agua y una zapatilla. «No importan las banderas», añadía luego el rapero en un llamamiento a la paz.

Durante su actuación hubo división. Por un lado, los fans de Matisyahu cantaban y bailaban sus temas y por otro los defensores de Palestina lo abucheaban y gritaban «¡Libertad para Palestina!» Esos fueron los destellos de la polémica de la última semana encabezados por un grupo de manifestantes con banderas palestinas, en el concierto que finalmente aconteció ayer.

Las dudas sobre si el cantante estadounidense acudiría empezaron la semana pasada cuando Levante-EMV adelantaba que varios artistas condicionaban su presencia a la del cantante estadounidense. Su negativa venía motivada por una campaña de boicot que lideraba BDS País Valencià, un movimiento internacional que realiza boicot cultural, institucional y económico a Israel.

Su motivación era la consecuencia de unas declaraciones del cantante en las que, según BDS, «justificaba el ataque del ejército israelí a la Flotilla de la Libertad en 2010, donde murieron diez personas que llevaban ayuda humanitaria a Gaza». Además, le acusaban de «sionista» al haber participado en otros festivales que «recaudaron fondos para el ejército de Israel».

A su causa se sumaron varios grupos: Pallasos en Rebeldia, María Carrión, Hassana Aalia, el rapero Yslem Hijo del Despierto, el director de cine Fernando García-Guereta y el grupo valenciano la Gossa Sorda. Ninguno de ellos quiso compartir cartel con un cantante «sionista que llegó a negar la existencia de Palestina».

Esto llevó al festival a pedir «una declaración pública» a Matisyahu en la que debía pronunciarse sobre el sionismo y donde debía negar cualquier tipo de violencia «por ambos bandos». Al ver cómo pasaban los días sin respuesta del cantante, el festival decidió cancelar su actuación.

«Cancelamos el concierto fruto del boicot y de la campaña de presiones, amenazadas y coacciones promovidas por BDS País Valencià», aseguró la dirección, palabras rápidamente condenadas por el Gobierno central, la Generalitat y organizaciones internacionales que criticaron esta decisión al considerarla «discriminatoria y racista».

Rectificaron y lo hicieron pidiendo perdón al artista y volvieron a escribir su nombre en el cartel, a pesar de haber nombrado ya a una cantante sustituta. Matisyahu hasta el viernes no contestó. «Ha ganado la libertad de expresión y la música» decía.

Por su parte, BDS anunció que «el objetivo de informar y concienciar a la población se había cumplido».