El Rototom Sunsplash, el festival de música reggae más grande del mundo, ha recibido en sus ocho días 250.000 participantes de 73 países, en una edición dedicada a la paz y que ha sido la más polémica tras la anulación del concierto del cantante estadounidense judío Matisyahu.

La organización tomó la decisión sobre Matisyahu tras la campaña de Boicot, Desinversiones y Sanciones (BDS) contra Israel del País Valencia, que acusaba al cantante de haber participado en festivales 'prosionistas' y afirmar que Palestina no existe.

Sin embargo, tras la polémica suscitada, con la manifestación contra la anulación de numerosas organizaciones y organismos nacionales e internacionales, el Rototom pidió disculpas y volvió a invitar a Matisyahu, quien se subió al escenario anoche en el cierre del festival.

El propio cantante dijo sentirse presionado por la organización para hacer una declaración política, que no se pedía a ningún otro artista, y aunque señaló que su exclusión fue "dolorosa", defendió que con su vuelta "ganaba" la música y la libertad de expresión.

Según ha informado la organización en un comunicado, entre el 15 y el 22 de agosto, el Rototom "se ha convertido en una muestra de interculturalidad y respeto a la libertad de expresión", con más de 250.000 personas de 73 países de los cinco continente, que han disfrutado de dieciocho horas diarias de actividad ininterrumpida.

Han sido más de 200 espectáculos, 75 debates y sesiones en el Foro Social y la Reggae Univesity, 60 actividades al día en MagicoMundo, Rototom Circus, Vivir la Energía, African Village y el Simposio Artístico.

El recinto ha recibido a gente de Francia, Reino Unido, Italia, Alemania y Suiza a la cabeza, seguidos de Bélgica, Holanda y Suecia, así como de Nueva Zelanda, Chile, Australia, Austria, Chipre, Honduras, Botsuana, Costa de Marfil, Líbano, Méjico, Rusia, Gambia o Corea, entre otros.

En lo musical, pese a la polémica, finalmente el concierto del estadounidense Matisyahu se convirtió el sábado por la noche en una muestra de libertad de expresión y manifestación pacífica de puntos de vista distintos, según la organización.

La actuación terminó sin conflictos y permitió convertir la última jornada "en una auténtica fiesta de convivencia donde la música fue la principal protagonista".

El directo del festiva, Filippo Giunta, ha asegurado que el Rototom "se ha confirmado como el evento reggae más importante del mundo" y ha asegurado que "la atención mediática que ha despertado lo ocurrido ha permitido proyectar al mundo una imagen del festival como lo que realmente es: un punto de encuentro y un evento plural y multicultural".

"Han sido muchas noches en vela, de reuniones, tratando de buscar la mejor solución y, finalmente, gracias al apoyo de todo el equipo y de todo el público, hemos conseguido superar las dificultades", ha reconocido Giunta, quien ha asegurado que ha sido "una de las cosas que más nos han dolido en los 22 años de trayectoria del festival".

A su juicio, "lo que ha salido reforzado de todo esto es el concepto de paz, ya que la gente ha venido un año más para demostrar que entre todos creamos por unos días esta pequeña ciudad, regida por una misma filosofía de respeto, de encuentro, de debate, de compartir, de convivir".

El festival ha consolidado su carácter familiar con la visita de 16.000 niños menores de 12 años (más del doble que en 2014), que han disfrutado los ocho días de la amplia oferta de actividades diseñada para ellos en seis de las nueve áreas extramusicales.

Además, han asistido más de 9.600 mayores de 65 años -1.200 cada día- y un total de 2.800 personas con discapacidad han participado de forma gratuita de los conciertos, talleres y las numerosas actividades programadas y 1.000 desempleados de la provincia han accedido al recinto al precio simbólico de 5 euros.

Según la organización, más de 20.000 asistentes han elegido las zonas de acampada para alojarse durante la celebración del festival y 200.000 personas han seguido los conciertos del escenario principal restransmitidos en "streaming".