El área de cultura de la Diputación de Valencia presentará a partir de ahora un organigrama mucho más simple del que dejó Alfonso Rus. El vaciado llegará precisamente en los puestos cercanos a la cumbre, donde antaño se acumularon un puñado de cargos de gestión cultural en el eslabón entre los directores de cada área y la delegada Maria Jesús Puchalt.

El desmantelamiento del anterior sistema se lleva por delante, sobre todo, el poder omnímodo que acumuló Antonio Lis, cuando fue designado como director de gestión cultural y museística. Fuentes de la diputación aseguran que Lis permanecerá dentro del organismo, recolocado en un puesto de investigador. El desmontaje del diseño de Rus obedece, según aseguraba ayer el nuevo diputado cultural Xavier Rius, a una intención de «eliminar funciones superfluas».

En realidad, como aseguran fuentes de la corporación, de lo que se trata es de acabar con cargos creados a medida de candidatos afines para realizar una labor de control político de los directores de centros como el MuvIM o el museo de Etnología. Esas mismas fuentes aseguran que, por ejemplo, la programación de cada museo debía pasar un filtro superior al de los responsables del centro. Así pues, el objetivo del nuevo diputado es conceder a los directores la autonomía plena en cada una de sus áreas. Además del propio Lis, todos los afectados por la reestructuración del organismo habrían sido informados ya de sus nuevos destinos dentro de la administración pública, según informan desde el organismo provincial. «El coste del modelo vigente no justificaba un organigrama administrativo lleno de cargos duplicados, por lo cual se hace imprescindible simplificar la estructura», sella Rius en un comunicado.

Con el poder devuelto a los directores, queda por resolver una última cuestión: cómo se ocuparán esas plazas. Desde la diputación se apunta a que se está estudiando seguir el modelo que se pretende desde la conselleria de Cultura de abrir concursos públicos en todos los museos que están bajo su manto, y se añade que pronto habrá cambios en algunos de los centros. Del organismo provincial dependen museos como MuvIM, el de Etnología o el de Prehistoria, además de instituciones como la Alfons el Magnànim y servicios como el SARC.