No es una puerta abierta, «tan solo una rendija», lo que ayer consiguió la delegación enviada por el Consell a Bruselas para reunirse con técnicos de la Comisión Europea e intentar paralizar la venta de Ciudad de la Luz. Y no es una puerta porque no se lo han puesto fácil, aunque las cuatros representantes de la Generalitat volvieron ayer con algo de esperanza bajo el brazo.

Los técnicos de la Comisaría de la Competencia con los que se reunieron en la mañana de ayer han aceptado que el Consell presente una alternativa a la venta del complejo cinematográfico alicantino y están dispuestos a estudiar esa propuesta. A partir de ahí, poco más. El compromiso, según fuentes de la Generalitat, no pasa de «estudiar» esa alternativa, lo que no quiere decir que estén dispuestos a cambiar su línea de actuación.

Por este motivo, la Comisión Europea ha dicho sí a estudiar otra propuesta que sirva para paralizar la subasta de los estudios, eso sí, siempre que esa segunda opción cumpla con las exigencias impuestas por Competencia en la sanción inicial. Unas exigencias que la Generalitat califica de «durísimas» y que incluyen devolver la inversión pública, cifrada en 265 millones de euros, entre otras muchas condiciones administrativas y ténicas.