Poco importa que por estas fechas al cielo le apetezca derramarse de sopetón y sin recato sobre arrozales, cúpulas y azoteas: van ya para veintiséis los años que el vecindario de Sueca marcó en esta hoja del almanaque su Mostra de MiM, de modo que tampoco iba a cambiar ahora, salvo, quizá y sólo quizá, en caso de recibir una orden directa e inapelable de Abdón y Senén, Benissants de la Pedra y patrones canónicos de la ciudad.

No se espera, sin embargo, tan sagrado mandamiento, de forma que la capital de la Ribera Baixa celebra desde el pasado día 16 y hasta el próximo domingo 20, a cubierto y al raso, una nueva edición de su internacionalmente famoso festival de teatro gestual. La primera en tan larga vida, además, que no viene con todos y cada uno de sus capítulos marcados por la impronta del eficaz y siempre afable Abel Guarinos.

Cuando Joan Santacreu vino al mundo, el MiM daba sus primeros y aún vacilantes pasos por las calles de la ciudad. Y es que el nuevo timonel del certamen todavía no supera la treintena. Ningún obstáculo, sin embargo, para un rubiales suecano que, sin levantar dos palmos del suelo, ya tiraba ansiosamente de la mano de sus padres para ir corriendo a coger el mejor sitio en los espectáculos de un festival con el que pronto colaborará como voluntario y en el que, no mucho tiempo después, ocuparía la dirección técnica. Entremedias, la materialización de una irrefrenable vocación artística: con tan sólo dieciséis años, Santacreu funda la prestigiosa compañía Maduixa Teatre, que a los veinte transformará en una sociedad limitada... Y así hasta hoy, como quien dice, viviendo con el veneno de Talía y el MiM inoculado en vena, y relativamente reciente todavía el momento en que Abel Guarinos le clavó la mirada a través de los gruesos cristales de sus gafas y, seguro que con una franca sonrisa en los labios, le soltó un lacónico: «Joan, te toca».

Santacreu no se lo esperaba. «Incluso, me asombra que confíen en mí, porque, aunque tengo experiencia, creo que todavía soy muy joven „se sincera„. Pero bueno, Abel es el padre del festival y yo me considero un hijo, por eso esto es para mí un gran reto, tanto a nivel profesional como personal».

Santacreu nos dice que, al parecer, el traspaso de poderes fue como la seda, consensuado a tres bandas: Ayuntamiento de Sueca, Fundación Bancaixa y CulturArts. Y que él vuela solo desde el primer día: «Abel confía demasiado en mí desde el principio. Ni siquiera me preguntaba qué iba a programar, con la excusa de que no quería influir en mis decisiones. Pero la verdad es que siempre está a mi lado incondicionalmente, lo cual está muy bien „nos dice el director con alivio„, porque siempre me he preguntado cómo podía gestionar todo esto él solo: publicidad, contactos, protocolo, infraestructuras... Otro reto para mí».

Edición número veintiséis. La primera en manos de Joan Santacreu. La pregunta es de cajón: ¿continuismo o ruptura? «No habrá demasiados cambios „responde el director„. El festival tiene ya muchos años de trayectoria y una línea muy bien definida: espectáculos internacionales, estrenos absolutos, bombones nunca vistos en España... Pero sí que estamos planteando algunos cambios en cuanto se refiere a la infraestructura técnica y de personal „matiza„. El MiM no deja de crecer y necesitamos adaptarnos a los nuevos tiempos, de manera que pretendo contar con un equipo que trabaje a lo largo del año, aunque no sea a tiempo completo, y ya hemos creado una web con mucha información... Me gustaría que la maquinaria vaya creciendo poco a poco», termina Santacreu.

Pero cambios son dineros. O no... El presupuesto del MiM en cuanto se refiere a la producción técnica y artística no se ha movido este año de los, aproximadamente, 130.000 euros de 2014. A lo que se suma, claro está, la aportación en especie de «todos los que se implican con el MIM, desde los equipos hasta las propias compañías, », agradece el director.

La programación

Y, en fin, así llegamos al tuétano, a la prueba de fuego, a eso que todo el mundo mirará con lupa este año: La programación del primer MiM de Joan Santacreu: «Quería presentar un programa para todos los públicos „afirma„ y, sobre todo, con calidad, con el nivel que la gente espera, y que además incluya sorpresas, cosas diferentes, originales... Empezamos, como es tradicional, con la clase magistral, que este año creo que será muy emotiva: la impartirán Joan Segalés y Joan Faneca, de Vol-Ras, que han crecido junto al MIM. Han formado parte de toda la trayectoria del festival, han venido con cada estreno..., y este año, tristemente, han anunciado el cierre de la compañía. Teníamos que invitarles para que puedieran despedirse del público desde aquí, desde Sueca. Luego, tenemos, cómo no, las apuestas internacionales „prosigue Santacreu„: S, de los australianos de Circa, una de las mejores compañías de circo contemporáneo del mundo, y que fue uno de los grandes éxitos del Grec de Barcelona el año pasado; Bris de Banane, uno de los bomboncitos a descubrir en la calle, y que presenta el primer día Meurte au motel; Karl Stets, que llega desde Dinamarca con Cuerdo; y, claro, Underclouds, una compañía francesa cuyo estreno en España de Funambus será el plato fuerte del sábado... También, cómo no, los valencianos , que son uno de los grandes objetivos del festival „remarca el director„. Entre otras propuestas, este año contamos con el estreno absoluto de una compañía como La Dependent, que abre aquí un nuevo universo en su trayectoria, porque si hasta ahora se han dedicado al teatro contemporáneo en valenciano, ahora entran en la nueva línea del teatro gestual-visual, y para ello incluso cambian de nombre. Son La Independent y abren el festival, el miércoles, con Rèquiem, una propuesta dirigida por Amador Artiga», concluye, a modo de muy sucinto resumen, el director del certamen.

El certamen es el MiM 2015, el primero de Joan Santacreu. Más de veinticinco compañías profesionales, más de cincuenta espectáculos, seis estrenos absolutos y más de veinte espectáculos de calle.