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Monólogo curativo

Un juego cuyo delantero centro es Joan Gadea, un actor ya muy versado, que sabe distanciarse, e interiorizar situaciones

A veces „no siempre„ es mejor hablar delante de un público que de un psicólogo. Algo así ocurre en este monólogo que surgió, parece ser, de una propuesta de La Dependent para que su actor más veterano, Joan Gadea, superara una etapa de su vida muy dolorosa a raíz de la muerte de su madre. Digo esto con las debidas precauciones porque la obra mezcla realidad y ficción. Pero una vez dicho esto, es evidente que la cuestión no era contar su vida a secas, sino contarla de manera teatral. Y ya se sabe, al crear el texto, el sujeto es creado. Al yo vivido se le suma un segundo yo creado por la escritura. Por ello, Félix de Azúa, en Un tiempo para resistir y otro para recordar, asevera que la pureza del mundo es el recuerdo. Un recuerdo, unas vivencias a las que el autor Paqual Alapont les ha dado forma, además de desmontar cualquier intento de confesión directa. La hay en algún momento, pero como un pequeño espacio dentro de un cosmos. Un cosmos teatral repleto de ideas y búsquedas distintas de perfilar la comunicación con el público. El actor no está solo en casi ningún momento, y, al mismo tiempo, lo está. Hay imágenes grabadas que le acompañan y que tienen un gran protagonismo (emotivo, paródico y tierno), pero que no puedo contar, sino solo subrayar. De igual modo es subrayable que el dolor por la vida no pierda un carácter festivo. A veces falta crear más conflictos en lo que se cuenta, pero lo más interesante es la tensión que se produce entre autobiografía y ficción, como en el asunto de las vecinas.

Pepa Miralles arma bien distintas técnicas y usos narrativos, avisando, desde el inicio, que se está ante un juego (risible y sentimental). Un juego cuyo delantero centro es Joan Gadea, un actor ya muy versado, que sabe distanciarse, pero también interiorizar situaciones, y que consigue, con este monólogo, muchos deseos, como demostrar su talento y versatilidad, cantar, y sobre todo, volver a los tiempos del coro de Salesianos de Alcoy. Lo consigue. Lo disfruta. Lo disfrutamos.

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