Nueva filosofía de teatro de ópera y nueva orientación de la Orquestra de la Comunitat Valenciana (OCV). Todo ello sin «despreciar el pasado», ni la «excelencia» alcanzada gracias al trabajo de Helga Schmidt o Lorin Maazel. Pero ellos ya no están, el pasado «pesa mucho» en el Palau de les Arts y es el momento de «mirar al futuro, que es distinto». Es el mensaje que lanzaron ayer el intendente del coliseo desde febrero, Davide Livermore, y el nuevo codirector musical, Fabio Biondi, que debuta hoy en su nuevo hogar y lo hace en el concierto conmemorativo de los diez años de la inauguración del edificio (8 de octubre de 2005).

La efeméride obligaba al balance y Livermore ensalzó los logros de una «astronave maravillosa» en lo que parece «más de una década», obvió dificultades, recordó a Schmidt y Maazel y remarcó que «no se puede hacer todo en diez años».

El paso siguiente es que Les Arts no solo sea «referencia de calidad», sino también «de política cultural, de teatro público de todos». «Que Valencia aprenda que es su teatro», resumió. En una imagen muy Livermore: que se cambie eso de que los artistas y aficionados del mundo respeten el coliseo y los taxistas de aquí no sepan qué pasa dentro del buque de Calatrava.

El respeto internacional contrasta con el olvido del Gobierno de España. «Es un hecho, sí», dijo el intendente, pero no quiso pasar de ahí porque no quiere «jugar a político» ni desarrollar el vocabulario de estos. Es otra diferencia con el tiempo de atrás.

Roberto Abbado y Biondi no son Maazel y Zubin Mehta, pero ellos y una temporada con quince espectáculos variados continúan siendo un atractivo para músicos internacionales, sostuvo Livermore. La plantilla de la OCV está ahora en 72 plazas, pero no está completa aún. Los directores confían en que lo esté en dos años, aunque eso supone dinero y pidieron el apoyo de las administraciones para ello.

¿Por qué el futuro ha de ser distinto para Biondi? Porque en diez años ha habido cambios: nuevos elementos en interpretación, nueva filosofía musical, el público quiere un repertorio lo más largo posible e informado?, argumentó. De ahí, la apertura al territorio antiguo y barroco, la especialidad del director, habitual los últimos años en el Palau de la Música y, por eso, excluido de Les Arts por Schmidt, dijo. Biondi desveló además que ha fijado residencia en Valencia, para «controlar» mejor e idear proyectos de futuro.

Para empezar la nueva etapa, un programa Mozart encabezado por una obra de madurez escondida, Davide Penitente. Un viaje al clasicismo como escalón hacia partituras más antiguas con una OCV que esperaba más rígida, pero ha encontrado «pura» y «dúctil».